La aventura de edulastro y santilli en busca del boliviano perdido en el mar



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, dos amigos muy curiosos y valientes llamados Edulastro y Santilli. Un día, mientras paseaban por la costa, escucharon un grito proveniente del mar. Era un boliviano que se encontraba perdido y pidiendo ayuda.

-¡Escuchaste eso, Santilli? Alguien necesita nuestra ayuda en el mar! -exclamó Edulastro emocionado.

-A por él, no podemos dejarlo solo. Vamos a buscarlo -respondió Santilli, decidido.

Sin pensarlo dos veces, los amigos se subieron a su bote y navegaron hacia el lugar donde el boliviano se encontraba. El mar estaba agitado, pero no se dieron por vencidos. Tras una larga travesía, finalmente divisaron al boliviano aferrado a un pequeño trozo de madera.

-¡Hola! ¡Estamos aquí para ayudarte! -gritó Santilli con entusiasmo.

-¡Gracias a la Pacha Mama! Pensé que nunca me encontrarían. Me perdí mientras pescaba -respondió el boliviano, aliviado al ver a Edulastro y Santilli.

Con gran esfuerzo, lograron rescatar al boliviano y llevarlo de vuelta a tierra firme. Una vez a salvo, el boliviano les contó sobre su vida en Bolivia y cómo había llegado al mar. Edulastro y Santilli escucharon atentamente, maravillados por las historias del boliviano.

-Te llevaremos de regreso a casa, pero antes, ¿te gustaría conocer un poco más de nuestra hermosa ciudad? -propuso Edulastro con una sonrisa.

El boliviano aceptó encantado y juntos recorrieron Buenos Aires, mostrándole todos los lugares emblemáticos y enseñándole sobre la cultura y costumbres argentinas.

Al llegar el momento de despedirse, el boliviano les agradeció con lágrimas en los ojos por haberlo rescatado y mostrado tanta hospitalidad.

-¡Nunca olvidaré lo que han hecho por mí! Gracias, amigos. Si alguna vez vienen a Bolivia, serán bienvenidos en mi hogar -dijo el boliviano con gratitud.

Los amigos se despidieron con alegría en el corazón, sabiendo que habían hecho una nueva amistad y que, a veces, las aventuras más inesperadas traen consigo las mayores alegrías.

FIN.

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