La Aventura de Evangelina y la Virgencita de Luján
En un pequeño pueblo de Argentina, vivía una niña llamada Evangelina. Ella era curiosa, valiente y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, Evangelina encontró una antigua estatuilla de la Virgencita de Luján. La estatuilla brillaba con una luz especial y Evangelina sintió una conexión especial con ella.
-'¿Hola?', saludó Evangelina a la estatuilla.
Para su sorpresa, la estatuilla cobró vida y la Virgencita de Luján le habló:
-'¡Hola, Evangelina! Soy la Virgencita de Luján y tengo una misión para ti. Debes ayudar a las personas de tu pueblo a encontrar la paz y la armonía entre ellos'.
Emocionada por la aventura que se avecinaba, Evangelina aceptó el desafío. Decidió llevar la estatuilla consigo y emprender su misión. Comenzó a hablar con todos en el pueblo, escuchando sus preocupaciones y ofreciendo palabras de aliento. Poco a poco, Evangelina notó que las personas empezaban a reconciliarse y a ayudarse mutuamente.
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FIN.