La Aventura de Fede y los Payasos del Bosque Encantado
En el año 2014, un niño llamado Fede vivía en un pequeño pueblo rodeado de un enorme bosque. Este bosque era conocido por todos como el Bosque Encantado, ya que se decía que tenía su propio misterio: una antigua casa que estaba embrujada. Fede siempre había escuchado historias sobre la casa, pero nunca había tenido el valor de acercarse. Hasta que un día, impulsado por su curiosidad, decidió que era hora de explorar.
Mientras paseaba hacia la casa, Fede recordó las advertencias de su abuela. "Cuidado con los payasos que rondan el bosque, Fede. No son como los que ves en la televisión."
Pero Fede era valiente y estaba decidido a descubrir la verdad. Al llegar a la casa, notó que estaba cubierta de enredaderas y que el aire era fresco y misterioso. "Esto es más emocionante de lo que imaginé", pensó.
Entró en la casa y, para su sorpresa, no encontró fantasmas. En cambio, se encontró con un grupo de payasos que estaban organizando un espectáculo. "¡Hola, niño!", saludó uno de ellos con una gran sonrisa. "Nosotros no somos malos. ¡Estamos aquí para divertir!"
Fede se sintió aliviado. "¿De verdad? Creí que eran peligrosos."
"Tanta gente piensa eso, pero solo queremos hacer reír a la gente. La gente nos teme porque no entiende lo que hacemos."
Intrigado, Fede decidió quedarse un rato. Los payasos comenzaron su acto, llenando el aire de risas y color. Hicieron malabares y trucos impresionantes. Fede rió tanto que su temor se desvaneció. Pero de repente, el ambiente cambió. La risa se detuvo y los payasos empezaron a actuar de manera extraña. Se miraron entre ellos, como si algo los inquietara.
"¿Qué sucede?", preguntó Fede, con preocupación.
"Parece que hay alguien en el bosque que no le gusta nuestra fiesta", respondió uno de los payasos. "Lo sentimos, pero debemos irnos. Pero, Fede, tú puedes ayudarnos."
- ``¿Ayudarlos? Pero, ¿cómo? `` "Necesitamos recuperar nuestro gran globo, que se ha quedado atrapado en un árbol al final del bosque. Si lo logramos, podremos seguir con nuestro espectáculo."
Fede sintió un torrente de emoción y nervios. "¡Estoy dentro! Vamos a buscarlo juntos."
Los payasos llevaron a Fede por senderos del bosque que nunca había visto. Encontraron flores brillantes y árboles con caras divertidas. En un momento, lograron ver el enorme globo atrapado en un gran árbol.
- ``Allí está, ¡el globo! `` gritó Fede, señalando.
Pero el globo estaba muy alto. "No puedo alcanzarlo, necesitamos un plan. ``
"¡Tengo una idea!" comentó uno de los payasos. "Hagamos una cadena, cada uno sube por el hombro del siguiente, hasta llegar al globo."
Con un poco de trabajo en equipo, los payasos y Fede formaron una cadena y, finalmente, el payaso más alto logró alcanzarlo. "¡Lo tenemos!" gritaron todos.
Emocionados, regresaron a la casa y con esfuerzo, inflaron el globo mientras cantaban y reían. "Fede, ahora que tienes tu propio globo, ¡tú también eres parte de nosotros!"
Fede sintió una inmensa felicidad. "Me encanta ayudar. No es tan aterrador aquí como pensaba."
Y así, Fede y los payasos dieron un espectáculo maravilloso en la casa embrujada, donde todos los niños del pueblo fueron a reír y disfrutar. Desde ese día, Fede nunca volvió a temer lo desconocido, y siempre recordará que a veces lo que parece aterrador, puede resultar ser una gran aventura si se enfrenta con valentía.
Los payasos devinieron sus amigos y cada vez que pasaba por el bosque, sabía que la casa embrujada era en realidad un lugar lleno de risas y diversión.
Fede aprendió que no se debe juzgar a las personas por su apariencia y que la amistad puede encontrarse en los lugares más inesperados. La valentía y la curiosidad siempre traen recompensas, y lo que una vez fue temido puede convertirse en querido.
FIN.