La aventura de Gero y Lula



Gero era un niño muy inquieto, siempre estaba en movimiento y le encantaba trepar por las paredes. Solía sacarse las medias para sentir mejor la textura de la superficie mientras escalaba.

Tenía unos rulitos dorados que le hacían parecer un pequeño león. Un día, mientras Gero se divertía trepando por la casa, su hermano mayor Nico apareció detrás de él y comenzó a hacerle cosquillas en las costillas.

Gero se rió tanto que perdió el equilibrio y cayó al suelo con un golpe fuerte. -¡Ay! -gritó Gero mientras se tocaba el brazo izquierdo. Nico se sintió mal por haber causado el accidente de su hermano menor y corrió a buscar a sus padres para pedir ayuda.

Mientras tanto, Lula, la perra de la familia, llegó corriendo hacia Gero y comenzó a lamerle la cara con cariño. Gero se sintió reconfortado por el amor de Lula y dejó escapar una sonrisa.

Cuando sus padres llegaron, lo revisaron cuidadosamente y descubrieron que tenía una fractura en el brazo izquierdo. Lo llevaron rápidamente al hospital donde los médicos lo atendieron con rapidez.

Durante las siguientes semanas, Gero tuvo que usar un yeso en su brazo izquierdo para permitir que sanara adecuadamente. Esto significaba que no podía trepar o jugar como solía hacerlo antes del accidente. Al principio, esto frustraba mucho a Gero porque extrañaba sentirse libre como un pájaro cuando escalaba las paredes.

Pero con el tiempo, comenzó a encontrar nuevas formas de divertirse y jugar. Comenzó a leer más libros y descubrió que le encantaba la aventura de las historias.

También aprendió a hacer origami con su brazo sano y creó hermosas figuras de papel. Cuando finalmente se quitó el yeso, Gero se dio cuenta de que había aprendido mucho durante ese tiempo en el que no podía trepar por las paredes.

Había descubierto nuevas pasiones e intereses y también había aprendido la importancia del cuidado y la atención cuando alguien está lastimado. Desde entonces, Gero siguió siendo un niño inquieto pero ahora sabía que siempre hay algo nuevo por descubrir si estamos abiertos a las posibilidades.

Y Lula seguía siendo su mejor amiga, acompañándolo en cada una de sus aventuras.

FIN.

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