La Aventura de Gotita, la Ola y el Vote



En un hermoso día soleado, en un rincón del vasto océano, vivía una pequeña Gotita de Agua llamada Goti. Goti era curiosa y siempre se preguntaba sobre lo que había más allá del horizonte. Un día, mientras flotaba sobre las olas, vio algo inusual: una Hola de Papel, muy colorida, que danzaba en el viento. Goti decidió seguirla porque se le veía muy divertida.

"¡Hola, Hola de Papel! ¿Cómo te llamás?" - preguntó Goti emocionada.

"¡Hola! Soy Ollie, la Ola de Papel. ¡Vengo de un lugar muy lejano!" - respondió la ola sonriendo.

Goti, intrigada y emocionada, decidió acompañar a Ollie en su viaje. Juntas navegaban por el océano hasta que encontraron un pequeño Vote, un simpático barco de papel que parecía un poco preocupado.

"¡Hola, Vote! ¿Te gustaría venir con nosotras?" - dijo Ollie.

"¡Oh, sí! Pero tengo un problema. Necesito ir a buscar a mi amigo el Pececito, pero no sé cómo llegar a la Isla de los Colores." - respondió Vote con un susurro.

Goti, siempre lista para ayudar, dijo:

"¡Nosotras podemos guiarte! ¿Qué opinás, Ollie?"

"¡Me parece genial! Nuestro viaje será aún más divertido con un amigo. Vamos, Vote, navegaremos juntos!" - exclamó Ollie.

Así, los tres amigos se embarcaron en una maravillosa aventura. Pero a medida que se acercaban a la Isla de los Colores, el cielo se nubló, y unas fuertes corrientes comenzaron a sacudir a Vote.

"¡Ay, no! ¡No puedo avanzar!" - gritó Vote desesperado.

Goti, de corazón valiente, dijo:

"¡No te preocupes, Vote! ¡Tú puedes hacerlo! Solo necesitas un poco de ayuda!"

"Pero soy solo un pequeño barco de papel..." - contestó Vote.

"No se trata del tamaño, se trata del coraje y la amistad que tenemos que superar cualquier obstáculo" - reafirmó Ollie mientras giraba a su alrededor para apoyar a Vote.

Con esa palabra de aliento, Goti se lanzó al agua, creando energía y burbujas que rodearon a Vote, dándole el impulso necesario para avanzar. Ollie, con su fuerza especial, mantuvo el equilibrio, mientras juntos atravesaban la tormenta.

De repente, el cielo se despejó, y frente a ellos apareció la Isla de los Colores, brillante y deslumbrante. ¡Era hermosa!"¡Lo logramos, chicos! ¡Llegamos a la Isla de los Colores!" - gritó Vote felizmente.

Desembarcaron y fueron a la búsqueda del Pececito. Después de un corto recorrido, encontraron a un pequeño pez de colores brillantes mirando a un lado, triste.

"¿Qué te pasa, Pececito?" - preguntó Goti.

"Me he perdido y no puedo encontrar el camino de regreso a casa. Todos mis amigos están en el arrecife y no sé cómo llegar" - sollozó el Pececito.

Vote, muy entusiasmado, dijo:

"¡No te preocupes! Ahora tenemos un mapa de la isla y, con los amigos, podemos ayudarte a volver a casa!" - le aseguró.

Así, Goti, Ollie y Vote guiaron al Pececito, cruzando senderos de arena de colores y abrazando los caminos de la isla. Durante el trayecto, compartieron risas, historias y aprendieron unos de otros. Goti comprendió que ser pequeña no era un impedimento para ser valiente; Ollie aprendió que la fortaleza no solo se refleja en el tamaño, sino en el corazón; y Vote se dio cuenta de que siempre existen formas de ir más allá de los límites, con la ayuda de amigos.

Finalmente, al llegar al arrecife, Pececito sonrió radiante.

"¡Gracias, amigos! ¡Estaba tan asustado, pero ustedes me ayudaron a regresar!" - exclamó, lleno de alegría.

Goti, Ollie y Vote se despidieron de Pececito, prometiendo mantener la amistad y conocerse nuevamente en aventuras futuras. Al mirar hacia el horizonte, Goti sintió que el mundo estaba lleno de oportunidades, solo necesitaba abrir su corazón y volar con sus sueños.

Y así, Goti, Ollie y Vote regresaron a casa con el corazón lleno de nuevas historias, con la certeza de que lo que los unía era el verdadero tesoro de su amistad.

Fin.

FIN.

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