La Aventura de Iván y Giuliana en el Supermercado



Era un soleado lunes por la mañana en el barrio de Villa Esperanza. Iván y Giuliana eran dos amigos inseparables que siempre estaban en busca de la próxima aventura. Ese día, en vez de ir a la escuela, decidieron que era el momento perfecto para hacer algo diferente: ¡ir al supermercado RINA a comprar pan con mayonesa!"Giuliana, vamos a comprar pan con mayonesa. ¡Es lo que más me gusta!" - dijo Iván emocionado mientras salían de sus casas sin que sus padres los vieran.

"Sí, pero si faltamos a la escuela, ¡la maestra Nora se va a enojar!" - respondió Giuliana, un poco preocupada.

"No te preocupes, solo será unos minutos. Al final del día, tenemos que comer algo rico, ¿no?" - dijo Iván, seguro de su argumento.

Ambos amigos decidieron que la escuela podía esperar. Se pusieron un poco de protector solar, ya que el sol brillaba con fuerza, y salieron en bicicleta hacia el supermercado.

Pero lo que ellos no sabían era que este día iba a ser muy especial, lleno de sorpresas. Al llegar al supermercado RINA, Iván y Giuliana quedaron maravillados:

"Mirá cuántas cosas hay aquí, ¡una maravilla!" - exclamó Iván con los ojos brillantes.

Sin embargo, a medida que iban avanzando por los pasillos, se dieron cuenta de que se habían olvidado de una cosa muy importante: ¡no llevaban dinero!"¿Qué vamos a hacer ahora?" - preguntó Giuliana, mirando a su alrededor nerviosamente.

"No sé, tal vez podemos encontrar un trabajo temporal para conseguirlo. ¡O pedirle a alguien que nos preste!" - sugirió Iván, siempre optimista.

Y así, decidieron acercarse a la sección de frutas y verduras, donde conocieron a una señora mayor.

"Hola, jóvenes. ¿Qué están haciendo por aquí?" - preguntó la señora con una sonrisa amable.

"Hola, señora. Queremos comprar pan con mayonesa, pero no tenemos dinero. ¿Nos podría ayudar?" - respondió Giuliana, un poco sonrojada.

La señora, al escuchar su historia, les propuso un trato:

"Si me ayudan a recoger algunas frutas que se han caído al suelo, yo les podré dar un poco de dinero para que compren su pan con mayonesa."

Los ojos de Iván y Giuliana se iluminaron.

"¡Claro que sí!" - respondieron al unísono, felices de poder ayudar.

Y comenzaron a recoger las frutas caídas, trabajando en equipo y riendo juntos. Después de un rato, la señora muy satisfecha les dio una pequeña recompensa.

"Aquí tienen, chicos. Espero que disfruten su bocadillo" - dijo la señora con una sonrisa.

Con el dinero en la mano, los amigos corrieron hacia la panadería del supermercado.

"Un pan con mayonesa, por favor!" - pidió Iván.

"Y también unas galletitas, ¿no?" - agregó Giuliana riendo.

Después de disfrutar de su delicioso pan con mayonesa y galletitas en un banco del parque frente al supermercado, Iván y Giuliana se miraron con complicidad.

"Fue una gran aventura, pero creo que la escuela es importante también" - dijo Giuliana.

"Sí, lo sé. Aprendí algo hoy: ¡la próxima vez llevaremos dinero!" - concluyó Iván con una sonrisa.

Finalmente, decidieron que era hora de regresar a casa y, aunque sabían que tendrían que contar a sus padres lo que habían hecho, también sabían que el aprendizaje de ese día valía la pena.

Y así, Iván y Giuliana volvieron montados en sus bicicletas, con el sol poniéndose detrás de ellos y una sonrisa en el rostro, listos para enfrentar nuevas aventuras, pero recordando siempre la importancia de la responsabilidad y la amistad.

Desde aquel día, jamás volvieron a faltar a la escuela, pero siempre recordarían su divertido día en el supermercado RINA, donde aprendieron el valor de ayudar y, sobre todo, que siempre hay una solución cuando se trabaja en equipo.

FIN.

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