La aventura de Juan y Tita



Juan y Tita eran dos hermanos gemelos muy curiosos. Desde pequeños, soñaban con explorar el espacio y descubrir todos sus secretos.

Siempre estaban leyendo libros sobre astronautas y planetas, e incluso tenían un telescopio en su habitación para observar las estrellas. Una tarde, mientras jugaban en su casa, escucharon un fuerte golpe en la puerta. Se miraron sorprendidos y corrieron a abrir. Para su asombro, encontraron un paquete grande y misterioso frente a ellos.

- ¡Mira Tita! ¿Qué crees que sea esto? - exclamó Juan emocionado. - No lo sé, pero hay algo sospechoso en ese paquete - respondió Tita intrigada.

Con cuidado, abrieron el paquete y se encontraron con dos boletos para viajar en un cohete espacial. Estaban tan emocionados que no podían creerlo. - ¡Es increíble! ¡Vamos a poder cumplir nuestro sueño de viajar al espacio! - gritó Juan entusiasmado. - Pero... ¿quién nos habrá enviado estos boletos? - preguntó Tita preocupada.

Sin tiempo que perder, los dos hermanitos decidieron investigar quién podría haberles enviado aquel regalo tan maravilloso. Revisaron el remitente del paquete pero solo decía "De parte de un amigo". Aquello era aún más intrigante.

Decidieron ir donde su vecina Doña Clara, una señora muy sabia que siempre tenía respuestas para todo. Les contaron sobre los boletos y le pidieron ayuda para resolver el misterio. Doña Clara los escuchó atentamente y luego sonrió.

- Queridos Juan y Tita, parece que alguien sabe cuánto aman el espacio y quiere ayudarlos a cumplir su sueño. A veces, los regalos llegan de personas que quieren vernos felices sin esperar nada a cambio.

Juan y Tita se sintieron aliviados al escuchar esas palabras. Estaban tan emocionados por su viaje espacial que decidieron no seguir buscando quién les había enviado los boletos. Pasaron los días preparándose para el gran viaje.

Estudiaron más sobre las estrellas, aprendieron sobre la gravedad cero e incluso practicaron cómo flotar en el aire como auténticos astronautas. Finalmente, llegó el día del lanzamiento. Juan y Tita subieron al cohete con trajes espaciales brillantes y cascos relucientes.

La cuenta regresiva comenzó y pronto despegaron hacia lo desconocido. Mientras volaban entre las estrellas, Juan y Tita observaban asombrados la belleza del universo. Vieron planetas de colores brillantes, asteroides gigantes e incluso una nebulosa resplandeciente. Pero entonces, algo inesperado sucedió.

El motor del cohete falló repentinamente y comenzaron a perder altura rápidamente. - ¡Oh no! ¡Estamos en peligro! - gritó Juan asustado. - Tranquilo hermanito, recuerda todo lo que hemos aprendido sobre los astronautas.

Tenemos que mantener la calma - respondió Tita valientemente mientras intentaba reparar el motor. Con habilidad y trabajo en equipo, lograron arreglar el motor justo a tiempo. El cohete volvió a funcionar y pudieron regresar a la Tierra sãos y salvos.

Cuando bajaron del cohete, fueron recibidos por una multitud emocionada que los aplaudió y felicitó por su valentía. Incluso descubrieron que el misterioso remitente de los boletos era un grupo de científicos que admiraban su pasión por el espacio.

Desde ese día, Juan y Tita se convirtieron en héroes locales. Su historia inspiró a otros niños a perseguir sus sueños sin importar lo imposible que parezcan.

Y así, gracias a su amor por el espacio y su valentía, Juan y Tita demostraron al mundo que con determinación y trabajo duro, ¡todos podemos alcanzar las estrellas!

FIN.

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