La aventura de Kevin y Cristian en una mañana lluviosa


Era un día gris y lluvioso en la ciudad. La lluvia caía sin cesar, mojando todo a su paso.

Muchos alumnos decidieron quedarse en sus casas, pero Kevin y Cristian no se dejaron vencer por el mal tiempo y decidieron ir a la escuela. Al llegar, se dieron cuenta de que eran los únicos alumnos presentes. El salón estaba vacío y las luces apagadas.

Pero ellos no se desanimaron y encendieron las luces del salón para esperar al profesor. "Qué aburrido estar aquí solos", dijo Kevin con un tono triste. "No te preocupes, Kevin, vamos a hacer algo divertido mientras esperamos", respondió Cristian con una sonrisa en su rostro.

Cristian sacó unos lápices de colores y unas hojas de papel del estuche que llevaba consigo y comenzó a dibujar. Kevin lo observaba con curiosidad. "¿Puedo dibujar contigo?", preguntó Kevin emocionado. "¡Por supuesto!", respondió Cristian entusiasmado.

Los dos amigos comenzaron a dibujar juntos en el salón vacío mientras la lluvia seguía cayendo afuera. Pintaron paisajes imaginarios llenos de colores brillantes y formas extravagantes. De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del armario del profesor.

Se miraron uno al otro asustados pero luego decidieron investigar juntos qué era ese ruido misterioso. Cuando abrieron el armario encontraron una caja llena de disfraces coloridos que habían sido utilizados para una obra escolar anteriormente. Los amigos se emocionaron y comenzaron a probarse los disfraces.

Se rieron mucho al ver uno al otro vestidos de payaso, astronauta y pirata. De repente, escucharon una voz detrás de ellos que los hizo saltar del susto. "¡Qué sorpresa chicos!", exclamó el profesor mientras entraba en el salón.

"¿Por qué están ustedes aquí solos?", preguntó el profesor extrañado. Los amigos le contaron todo lo que habían hecho mientras esperaban por él.

El profesor se quedó impresionado por la creatividad y entusiasmo de sus alumnos ante la adversidad. "Ustedes son un ejemplo para todos nosotros", dijo el profesor con orgullo en su voz. La lluvia había parado afuera y la clase había terminado.

Los amigos se despidieron felices después de haber pasado un día diferente e inolvidable juntos. Aprendieron que siempre hay formas divertidas e interesantes de pasar el tiempo, incluso cuando parece que todo está en contra nuestra.

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