La Aventura de la Abejita Luly y el Arcoíris



Era una hermosa mañana soleada en el jardín de flores brillantes, donde la abejita Luly zumbaba de un lado a otro, recolectando néctar. Sin embargo, esa mañana, su mente estaba llena de preguntas. Mientras tomaba un descanso sobre una colorida flor, observó a una bandada de aves volando y recordó algo que había escuchado en el colmenar.

"¿Te has fijado en el arcoíris, Luly? Es un espectáculo de colores en el cielo. Pero, ¿sabes cómo se forma?" le había dicho su amiga Mariposa. Luly, curioseando por su entorno, decidió que aquel día descubriría la importancia del arcoíris.

"¡Hola, amiga Mariposa!" - saludó Luly mientras revoloteaba hacia ella.

"¡Hola, Luly! ¿Qué te trae por aquí?" - respondió Mariposa con entusiasmo.

"Quiero saber cómo se forma el arcoíris y qué importancia tiene. Hoy voy a averiguarlo todo!" - dijo Luly emocionada.

"¡Qué interesante! Podemos hablar con el viejo Sapo Sabio, él conoce muchos secretos del jardín. ¡Vamos!" - sugirió Mariposa.

Luly y Mariposa volaron juntas hasta el estanque donde vivía Sapo Sabio, un gran sapo de piel grisácea y ojos sabios. Cuando llegaron, Luly lo encontró sentado en una roca, observando el agua.

"¡Hola, Sapo Sabio!" - exclamó Luly. "¿Podrías contarnos sobre el arcoíris?"

"Claro, pequeñas, el arcoíris se forma cuando la luz del sol atraviesa las gotas de agua en el aire. La luz se descompone en varios colores, creando ese hermoso arco que vemos después de la lluvia. Es como si la naturaleza pintara el cielo" - explicó el sapo con su voz profunda.

"¡Qué hermoso!" - dijo Mariposa. "Pero, ¿cuál es su importancia?"

"El arcoíris es un símbolo de esperanza y alegría, un recordatorio de que después de la tormenta siempre llega la calma y la belleza. Además, cada color es único y especial, al igual que cada uno de ustedes, niños de la naturaleza" - añadió Sapo Sabio.

Luly pensó en lo que había dicho el sapo y se le ocurrió una idea.

"Podemos comparar los colores del arcoíris con los niños del jardín!" - exclamó Luly. "Cada niño tiene su propio color especial, que representa algo único de su personalidad. Por ejemplo, el rojo puede ser para los valientes, el azul para los tranquilos, y el amarillo para los alegres!"

"¡Me encanta la idea!" - dijo Mariposa animada. "Pero, ¿cómo podemos hacer eso?"

"Podríamos invitar a todos los niños del jardín y crear nuestro propio arcoíris" - propuso Luly.

Decididas, Luly y Mariposa comenzaron a rondar el jardín, contando a todos los niños sobre la fiesta del arcoíris. Los niños estaban entusiasmados con la idea y cada uno eligió un color que representara su personalidad.

El día de la fiesta, el jardín se llenó de risas, bailes y colores. Todos estaban vestidos como los colores del arcoíris, desde el vibrante rojo hasta el violeta profundo.

"¡Miren qué hermoso es nuestro arcoíris! Cada uno de nosotros es un color especial" - dijo Luly, moviendo sus alitas con alegría.

"¡Exacto! Todos juntos somos un arcoíris, lleno de diversidad y amistad" - añadió Mariposa.

"No olvidemos que, al igual que el arcoíris, en la vida también necesitamos lluvia para apreciar el sol" - reflexionó Sapo Sabio, que observaba desde un rincón.

La fiesta continuó con juegos, risas y muchas historias sobre cada color y su significado. Al caer la tarde, un ligero rocío cubrió el jardín y apareció un espléndido arcoíris en el cielo. Todos miraron hacia arriba, maravillados.

"¡Miren! ¡El arcoíris!" - gritó uno de los niños. "Es como nosotros, tan coloridos y mágicos!"

Luly sintió una gran alegría en su corazón. Esa aventura había comenzado con preguntas, pero había terminado con un hermoso recuerdo compartido entre amigos.

"¡Gracias Sapo Sabio! Gracias, Mariposa! Hoy aprendí que, al igual que el arcoíris, todos somos especiales y juntos creamos un mundo maravilloso!" - exclamó Luly, zumbando feliz entre sus amigos.

Y así, la abejita Luly no solo entendió la magia del arcoíris, sino que también vio la belleza de la diversidad, una lección que siempre llevaría consigo. Y cada vez que aparecía un arcoíris en el cielo, recordaba su fiesta y a todos los amigos que tenían colores especiales.

FIN.

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