La Aventura de la Amistad
En un colorido parque de la ciudad, vivían dos pericos muy distintos. Poli, un perico verde brillante, era conocido por su alegría y risas. A su lado, Vito, un perico azul, era más serio y reservado. Aunque eran amigos, ambos tenían personalidades opuestas que a veces generaban malentendidos.
Un día soleado, Poli dijo:
"¡Vito, vamos a jugar a atrapar el cielo!"
"No sé... suena un poco tonto", respondió Vito, ajustando su pequeña bufanda roja.
"¡Pero es divertido! También podemos aprender a volar más alto. ¡Dale!"
"Está bien, pero solo por un rato."
Mientras jugaban, comenzaron a notar que los otros animales del parque, como conejos y ardillas, se unían a ellos, riendo y picoteando aquí y allá. Poli estaba muy emocionado y decía:
"¡Mirá, todos están con nosotros! Esto es genial."
"Sí, pero ten cuidado de no volar demasiado alto. Es importante saber tus límites", comentó Vito con preocupación.
De repente, apareció una nube oscura en el horizonte. Poli, entusiasmado por la aventura, voló alto para acercarse a la nube y dijo:
"¡Mirá, Vito! Voy a ver qué hay!"
"¡Poli, no! ¡Vuelve!" gritó Vito, pero era demasiado tarde. Poli se había alejado demasiado y pronto se dio cuenta de que no veía el camino de regreso.
Vito, asustado, decidió volar tras su amigo. En su travesía, se encontró con un grupo de aves que también intentaban volar, pero la nube les impedía avanzar.
"¿Qué les pasa?" preguntó Vito.
"No podemos pasar. Es una nube muy oscura, llena de humo. Necesitamos ayuda," respondió un colibrí.
Vito, aunque temía volar en la nube oscura, recordó que no podía dejar a su amigo solo y pensó en lo que Poli siempre decía:
"La verdadera amistad significa ayudarse mutuamente."
Con valentía, voló hacia la nube mientras gritaba:
"¡Poli! ¡Estoy viniendo!"
Poli, por su lado, se había asustado al no encontrar el camino de regreso. Cuando escuchó la voz de Vito, su corazón se llenó de alegría.
"¡Vito! ¡Estoy aquí! ¡Ayúdame!"
"¡Sujétate de mí!", gritó Vito.
Vito extendió su ala y Poli, al recibir el apoyo, voló junto a Vito hacia abajo, saliendo de la nube oscura. Poco a poco, los dos amigos se unieron nuevamente con los demás animales del parque.
"¡Gracias, Vito! Nunca hubiera encontrado el camino sin vos," dijo Poli, emocionado.
"Es lo que hacen los amigos, Poli. Nos cuidamos entre nosotros," respondió Vito, sintiendo que esa aventura realmente había fortalecido su amistad.
Desde ese día, Poli y Vito aprendieron a volar juntos, a cuidarse y a respetar las diferentes personalidades de cada uno. Poli siguió siendo alegre y juguetón, mientras que Vito se volvió un poco más aventurero gracias a la influencia de su amigo.
Al final, todos los animales del parque celebraron la valentía de Vito y la alegría de Poli, y decidieron organizar un gran desfile donde todos podían volar alto y soñar en grande, pero siempre cuidándose unos a otros como buenos amigos que eran. Gracias a su experiencia, los pequeños pericos se habían convertido en un gran equipo y aprendieron que la verdadera amistad significa confiar, apoyarse y sobre todo, ¡divertirse juntos!
FIN.