La Aventura de la Autonomía en Primero Básico A



Era un soleado lunes por la mañana en la escuela Primaria Domingo F. Sarmiento, y los niños y niñas de Primero Básico A se preparaban para un emocionante día. La maestra Clara había anunciado que hoy hareían una feria de proyectos donde cada uno podría mostrar lo que había aprendido y, lo más importante, trabajar en equipo para ayudar a los demás.

- ¡No puedo esperar para mostrar mi proyecto sobre el sistema solar! - dijo Lucas, mientras pintaba su modelo de planetas con colores brillantes.

- ¡Yo voy a hacer un mural gigante sobre los animales! - agregó Sofía, quien ya tenía una gran hoja de papel preparado con crayones de todos los colores.

Mientras los niños organizaban sus proyectos, la maestra Clara les dio un valioso consejo:

- Chicos, en esta feria no solo se trata de mostrar lo que saben, también es una oportunidad para aprender de los demás y ayudar a sus compañeros. Recuerden, la autonomía no solo es trabajar por uno mismo, sino también ser parte del grupo.

La feria se estaba construyendo con gran entusiasmo, cada niño tenía su propio espacio para exhibir su trabajo. Sin embargo, sobre el tapiz de alegría, surgió un pequeño problema. Alguien había olvidado traer el material para su presentación. Era Diego, que lucía angustiado.

- ¡No tengo nada! - exclamó Diego, con lágrimas en los ojos.

Sofía se acercó y le dio una palmadita en el hombro.

- No te preocupes, Diego. ¡Podés venir a ayudarme con el mural! ¡Así lo hacemos juntos! - le ofreció, con una gran sonrisa.

- ¿De verdad harías eso? - preguntó Diego, con un brillo de esperanza en sus ojos.

- ¡Claro! Todos podemos aprender algo de esta experiencia. ¡Ven! - respondió Sofía.

Inspirado por el gesto de Sofía, Lucas también se acercó:

- Diego, si traes tus ideas, tal vez podríamos incluirlas en el mural. ¡Así todos gana! - sugirió Lucas.

Diego se sintió mejor y rápidamente empezó a compartir sus ideas para el mural. A medida que avanzaban, los niños y niñas de Primero Básico A comenzaron a notar que había muchas formas en las que podían integrarse y colaborar.

- ¡Miren! - dijo Lucas, - ¡Si todos trabajamos juntos, nuestro mural será el más grande y colorido de la feria!

Pasó el tiempo, y no solo Diego encontró un lugar en el proyecto, sino que el mural se convirtió en una increíble obra de arte donde cada uno de ellos participó. Todos estaban emocionados y felices por el logro colectivo.

Cuando llegó el momento de la feria, todos los padres y familiares de los niños llegaron para ver los proyectos. El mural de Sofía, Lucas y Diego era el más elogiado de todos.

- ¡Es increíble ver cómo trabajaron juntos! - dijo la madre de Diego, pese a que el chico había llegado de último, el esfuerzo de todos superó las expectativas.

La maestra Clara les sonrió, llena de orgullo.

- Chicos, hoy aprendieron lo que significa la verdadera autonomía. No solo se trata de trabajar solos, sino de apoyarse entre ustedes, compartir ideas y crear algo increíble en equipo. -

La feria culminó con risas, aplausos y el compromiso de seguir trabajando juntos. Diego, que al principio se sintió perdido, ahora estaba lleno de confianza y hasta propuso una idea para el próximo proyecto.

- ¿Qué les parece si en la próxima feria hacemos un libro con las historias de cada uno de nosotros? - sugirió.

- ¡Es una gran idea, Diego! - respondieron todos a coro, emocionados por el nuevo desafío.

Así, en la escuela Domingo F. Sarmiento, los niños de Primero Básico A aprendieron que la autonomía va de la mano con la colaboración, haciendo de la cooperación uno de los valores más importantes a vivir en su día a día.

FIN.

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