La aventura de la bruja mala y la piedra amarilla griz



En un lejano bosque, vivía la bruja mala, una hechicera malhumorada que siempre buscaba hacer travesuras. Un día, la bruja mala se encontró con una piedra amarilla de aspecto extraño, con motas grises que brillaban misteriosamente.

Sin pensarlo dos veces, la bruja mala decidió llevarse la piedra a su guarida para usarla en uno de sus conjuros.

Al llegar a su casa, la bruja mala comenzó a hacer experimentos con la piedra amarilla griz, mezclando ingredientes extraños y murmurando palabras secretas. De repente, la piedra comenzó a brillar intensamente y un destello mágico envolvió a la bruja mala. Asustada, la bruja mala intentó deshacer el hechizo, pero ya era demasiado tarde.

Cuando el resplandor se disipó, la bruja mala se dio cuenta de que algo había cambiado en ella. Descubrió que ya no podía hacer travesuras ni causar daño a nadie. La piedra amarilla griz le había enseñado una lección: el verdadero poder reside en la bondad y la generosidad.

A partir de ese momento, la bruja mala se convirtió en la bruja buena, dedicando sus habilidades mágicas a ayudar a los demás y a hacer el bien en el mundo.

La piedra amarilla griz se convirtió en un símbolo de transformación y crecimiento personal para la bruja buena, recordándole siempre el poder de la bondad.

FIN.

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