La Aventura de la Clase 4A
Era un día soleado en la Escuela Primaria Cuentos Lúcidos, y los alumnos de la clase 4A estaban listos para un nuevo día de aprendizaje y diversión. Sin embargo, en esta aula había algo especial que todos llevarían consigo: el respeto y el compañerismo.
Entre ellos estaban Julián, un niño muy curioso; Sofía, una gran artista; y Mateo, un apasionado por los deportes. Aunque cada uno tenía su propio talento, a veces había roces entre ellos.
"¡Mirá cómo dibujó Sofía!" - dijo Julián, admirando la pintura de su amiga.
"Sí, pero yo creo que el fútbol es mucho más divertido que un simple dibujo" - contestó Mateo, algo celoso.
Sofía se sintió un poco herida por el comentario de Mateo. No podía entender por qué no podían disfrutar de sus talentos sin competir entre ellos. Entonces decidió hacer algo al respecto.
"Chicos, ¿qué les parece si hacemos una competencia de talentos?" - propuso Sofía con una sonrisa. "Así cada uno puede mostrar lo mejor de sí mismo".
Julián y Mateo se miraron intrigados y asintieron.
"¡Buena idea!" - dijo Julián. "Podemos hacer una presentación el viernes".
"¡Genial! Yo haré una demostración de mis mejores jugadas de fútbol" - añadió Mateo con entusiasmo.
Los días pasaron y cada uno se preparaba en sus casas. Sofía dedicó horas a perfeccionar su pintura, Julián escribió una historia fantástica, y Mateo practicaba sus trucos de fútbol. Pero a medida que se acercaba la competencia, Julián empezó a sentir inseguridad.
"No sé si mi historia es lo suficientemente buena. Sofía es una artista increíble, y Mateo es el mejor en la cancha" - se lamentó Julián.
Sofía, al ver la tristeza en su amigo, lo abrazó.
"Julián, todos somos buenos en lo que hacemos, y lo importante es disfrutar y apoyarnos entre nosotros. No se trata de ser el mejor, sino de compartir lo que nos gusta",
le dijo con gentileza.
Motivado por su amiga, Julián comenzó a sentirse mejor.
Finalmente llegó el día de la competencia de talentos. Todos los compañeros de clase estaban entusiasmados, y también el profesor Carlos, que iba a ser el jurado.
"¡Bienvenidos a la competencia de talentos de la clase 4A!" - exclamó el profesor Carlos. "Hoy veremos lo mejor de cada uno. Recuerden, lo más importante es disfrutar y apoyarnos".
Sofía fue la primera en presentar su arte.
"Este es mi mural sobre la amistad. Espero que les guste" - dijo, y todos aplaudieron su hermosa obra. Then,
fue el turno de Mateo.
"Voy a mostrarles mis mejores jugadas" - dijo, y la clase lo animó con gritos y aplausos.
Finalmente, llegó el momento de Julián.
"Hola a todos. Hoy les contaré una historia que escribí. Se trata de un viaje a un mundo donde cada uno tiene un talento único" - comenzó.
Mientras Julián narraba su historia, los compañeros se sumergieron en su mundo, imaginando cada palabra. Al terminar, todos aplaudieron con entusiasmo.
"¡Qué gran historia, Julián!" - gritó Mateo. "Nos hiciste viajar".
"Sí, deberías escribir más" - añadió Sofía con calidez.
La competencia terminó en un ambiente lleno de risas y aplausos. El profesor Carlos sonrió orgulloso.
"Me encanta ver cómo se apoyan entre ustedes. Eso es el verdadero compañerismo" - dijo el profesor. "Hoy todos son ganadores".
Así, la clase 4A aprendió que el respeto y el compañerismo son tan importantes como cualquier talento. Desde ese día, se prometieron siempre apoyarse y celebrar lo mejor de cada uno, entendiendo que juntos son más fuertes. Y así, la magia del respeto y la amistad se hizo presente en cada rincón del aula, reafirmando que siempre se puede aprender de los demás y disfrutar juntos del camino.
FIN.