La Aventura de la Comida



Érase una vez, en un bosque lleno de colores y música, vivía un oso llamado Oso y su mejor amigo, un pequeño perro llamado Buddy. Oso era conocido por su gran amor por la comida. Cada día, Oso comía lo que encontraba: frutas, miel, hasta algunas cosas que a veces no eran muy ricas. Buddy, por su parte, tenía un apetito más moderado y siempre se preocupaba por la salud de su amigo.

Un día, Buddy vio a Oso devorando una enorme torta de frutas que había encontrado olvidada en un picnic.

"¡Oso! ¡Eso no es bueno para vos!" - gritó Buddy, tratando de advertirlo.

"Pero mirá lo rica que está, Buddy. No puedo resistirme" - respondió Oso, con la boca llena.

Buddy sabía que no podía dejar que Oso siguiera comiendo así. Así que decidió hablar con su amigo de una manera amigable.

"Oso, ¿te gustaría que fuéramos a la escuela de cocina del bosque? Allí podrían enseñarnos a preparar comidas deliciosas y saludables".

Los ojos de Oso se iluminaron con la idea.

"¡Eso suena genial!" - exclamó.

Así que, al día siguiente, Oso y Buddy fueron a la Escuela de Cocina del Bosque, donde conocieron al profesor Pepe, un simpático zorro que tenía mucha experiencia en la cocina.

"Bienvenidos, amigos" - dijo Pepe "Hoy aprenderemos a cocinar una ensalada de frutas y a hacer un batido de yogur".

Oso estaba ansioso por aprender, pero no podía dejar de pensar en lo que había comido. Después de la clase, le preguntó a Pepe:

"¿Qué pasa si tengo ganas de comer algo que no es saludable?"

"Lo importante es saber equilibrar lo que comemos, Oso. Podés disfrutar de las cosas ricas, pero siempre con moderación y eligiendo opciones saludables primero".

Oso tomó nota de la respuesta de Pepe y comenzó a aplicar lo aprendido en casa. Hizo una lista de comidas que le encantaban y las alternó con opciones más saludables. Pero un día, cuando se encontraba preparando una buena comida en su cueva, Buddy llegó con una sorpresa:

"Oso, traje un montón de chocolates. ¡Es nuestro día de fiesta!"

Oso miró los chocolates y le sonrió a Buddy, aunque recordó lo que había aprendido en la escuela de cocina.

"Buddy, me encanta festejar, pero ¿te parece si hacemos una merienda con lo que aprendimos en la escuela? Podemos hacer brochetas de frutas y un batido, y después vamos a probar solo un poquito de chocolate".

Buddy sonrió, orgulloso de la decisión de su amigo. Así que prepararon una hermosa merienda con muchas frutas de colores y un batido refrescante. Cuando terminaron, se sentaron a disfrutarlo en el campo, observando el paisaje.

De repente, Oso tuvo una gran idea.

"¿Qué te parecería invitar a los otros animales del bosque a compartir esta merienda saludable?"

"¡Eso sería adorable!" - contestó Buddy.

Y así, Oso y Buddy organizaron una merienda en el claro del bosque. Invitaron a todos: al conejo, a la ardilla, a la tortuga y a la familia de ciervos. Al llegar, todos se sorprendieron al ver la colorida mesa llena de frutas.

"¡Qué rico se ve todo!" - dijo la ardilla.

"Nunca había probado un batido de yogur tan sabroso" - agregó el conejo.

Todos disfrutaron juntos y al terminar la merienda, Oso se dio cuenta de que no solo había aprendido a comer saludablemente, sino que también compartió con sus amigos.

Desde aquel día, Oso y Buddy continuaron explorando nuevas comidas saludables y disfrutando juntos de su vida, siempre recordando que lo bueno se comparte y que cuidar la salud es importante para vivir felices.

Y así, Oso se convirtió en un gran chef del bosque y Buddy en su fiel compañero, siempre recordando que a veces lo más rico no es lo que más se come, sino lo que se comparte con los amigos.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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