La Aventura de la Compañía del Bosque Alegre
En un bosque muy especial, donde los árboles conversaban y los ríos cantaban, estaba la famosa Compañía del Bosque Alegre. Allí, todos los animalitos trabajaban juntos para hacer del bosque un lugar mejor. Cada mañana, el sol se asomaba y los pájaros cantaban, pero en las últimas semanas, algo había cambiado. Los animales ya no reían como antes y todo parecía un poco gris.
Un día, la tortuga Tomasa, que era la más sabia de todos, se dio cuenta de que el clima organizacional de la empresa estaba afectando su trabajo. Así que decidió hacer una reunión.
"¡Atención, amigos! - dijo Tomasa mientras todos se reunían alrededor de un gran tronco. - He notado que no estamos tan alegres como solíamos estar. ¿Qué les pasa?"
El conejo Ramón, que siempre estaba lleno de energía, respondió:
"Es que cada vez hay más trabajo. Me siento un poco abrumado y no tengo tiempo para jugar."
La ardilla Sofía aclaró:
"Yo también. Antes nos ayudábamos mutuamente, pero ahora parece que cada uno hace lo suyo y no compartimos."
"Creo que estamos perdiendo la diversión - añadió el pato Pablo. - Las risas y los juegos son importantes para nosotros!"
Tomasa asintió, entendiendo que el clima organizacional se había vuelto tenso.
"Tal vez deberíamos encontrar una forma de mejorar nuestra forma de trabajar juntos. ¿Qué piensan si hacemos una semana de diversión y trabajo en equipo?"
Los ojos de los animales brillaron de emoción.
"¡Sí! - gritaron todos al unísono. - ¡Queremos una semana de aventuras!"
Tomasa organizó una serie de actividades que incluían juegos, picnics y competiciones amistosas. Cada mañana, después de terminar su trabajo, los animales se reunían para jugar y reír juntos. La sorpresa vino cuando, al final de la primera semana, notaron que trabajaban mejor en equipo.
El pez Carpín, que siempre se quedaba en el agua, decidió participar también.
"Yo quiero ayudar, pero no puedo salir del río. ¿Qué puedo hacer?"
"¡No te preocupes, Carpín! - dijo Ramón. - Podemos recogerte frutos y llevarlos al río para hacer un gran festejo con todos."
Carpín sonrió feliz y así rápidamente se organizaron. En unos días, el bosque resplandecía de nuevo con risas y música. Todos se sentían conectados y, como resultado, su trabajo era mucho más eficiente.
Una tarde, mientras todos disfrutaban bajo un gran árbol, Tomasa se dirigió al grupo:
"¿Ven lo que hemos logrado? Cuando trabajamos juntos y nos apoyamos, no sólo hacemos un trabajo mejor, sino que también disfrutamos el proceso. ¡El clima en nuestra Compañía del Bosque Alegre es lo que lo hace especial!"
Los animales asintieron con entusiasmo, y el pato Pablo gritó:
"¡A partir de ahora, nunca olvidaremos lo importante que es el clima organizacional!"
Y así, cada vez que sentían que el ambiente se volvía pesado, los animales del bosque recordaban la semana de diversión y trabajo en equipo. Aprendieron que el respeto, la amistad y la cooperación son la clave para mantener un clima organizacional positivo y, lo más importante, asegurar que cada día fuera un día alegre en la Compañía del Bosque Alegre. Y vivieron felices, trabajando y jugando juntos, mientras el bosque sonaba a risa y amor.
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FIN.