La Aventura de la Familia Lumínica
En un pequeño pueblo llamado Brillicito, había una familia muy especial conocida como la familia Lumínica. Sus miembros son Deysi la mamá, Nicol la hija mayor, Jeremías el hijo del medio y Jhonsin luz, el pequeño de la casa. Aunque todos tenían sus diferencias, poseían un talento único: la habilidad de iluminar cualquier lugar donde estuvieran.
Un día, mientras jugaban en el parque, Deysi dijo:
- 'Chicos, ¿qué les parece si organizamos una fiesta sorpresa para el abuelo? ¡Cumple 80 años!'
Los niños saltaron de alegría.
- '¡Sí, sí! ¡Pongámosle luces brillantes a la fiesta!' gritó Nicol.
- 'Y globos, ¡no olviden los globos!' añadió Jeremías.
- '¿Y pastel con luces? ¡Eso sería genial!' exclamó Jhonsin luz.
Todos comenzaron a planear la fiesta y a dividir tareas. Deysi se encargó de las invitaciones, Nicol de la decoración, Jeremías de la música, y Jhonsin luz de hacer una presentación especial de luces.
Con el pasar de los días, hicieron un gran esfuerzo y trabajaron juntos para hacer de esta celebración algo inolvidable. Sin embargo, justo una noche antes de la fiesta, ocurrieron cosas inesperadas. Un fuerte temporal comenzó a azotar el pueblo, poniendo en riesgo la fiesta y la decoración que habían preparado con tanto amor.
- 'No, no, no. ¡Esto no puede estar pasando!' dijo Nicol preocupada.
- 'Podíamos haberlo hecho en la sala de casa,' comentó Jeremías.
- 'Pero no tendremos espacio suficiente, ¡teníamos que hacerlo en el parque!' insistió Jhonsin luz, con una chispa de esperanza en sus ojos.
- 'Podría ser una buena idea formar un equipo de rescate y colocar todo a buen resguardo. ¡Contemos con nuestras luces!' propuso Deysi con una sonrisa.
Todos se unieron rápidamente y corrieron hacia el parque. Aunque el viento soplaba fuerte, la familia Lumínica no se rindió. Usaron su capacidad de iluminar todo a su alrededor, creando un camino brillante que los guió a la decoración.
- '¡Miren cuán lindo se ve el parque iluminado!' dijo Jeremías, asombrado.
De repente, escucharon un grito de ayuda. Era un grupo de animales que había quedado atrapado en un arbusto caído.
- '¡Ayuda!' chilló una ardilla.
Sin pensar dos veces, la familia Lumínica fue hacia el ruido.
- 'No se preocupen, ¡los ayudaremos!' exclamó Nicol.
Con su luz, comenzaron a despejar el camino y a ayudar a los animalitos a salir. Aunque la tormenta seguía, ayudaron a varios animales: un conejo, una tortuga y hasta un pequeño zorro que estaba muy asustado.
Cuando terminaron, todos los animalitos se agruparon alrededor de la familia y les dijeron.
- '¡Gracias, amigos lumínicos! Sin su luz, no sabríamos cómo habernos liberado.'
- '¡Sí! Nos salvaron en este tormentoso día,' aulló el zorro con alegría.
La familia se sintió feliz de haber ayudado a los animales, pero aún les quedaba la fiesta por organizar. Entonces decidieron llevar a los animales de vuelta al parque con ellos, y armar una gran celebración todos juntos.
Al día siguiente, el sol brilló radiante y la lluvia se había ido. La fiesta fue un éxito. Durante la celebración, Deysi y los niños presentaron a los nuevos amigos:
- '¡Les presentamos a nuestros amigos! Ellos también son parte de nuestra fiesta hoy.'
- '¡Felices 80 años, abuelo!' gritaron todos a coro.
El abuelo, muy emocionado, sonrió al ver a su familia y todos los animales juntos, iluminando el parque con risas y alegría.
- 'Nunca pensé que este sería mi cumpleaños más memorable,' dijo el abuelo, con los ojos llenos de lágrimas de felicidad.
Y así, la familia Lumínica no solo había hecho brillar su encuentro, sino que también enseñaron una gran lección: la unión, la generosidad y la luz que todos llevamos dentro nos permite superar cualquier tormenta y hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.