La Aventura de la Huerta Escolar



Era un día soleado en la escuela primaria del barrio. Los niños estaban entusiasmados, porque hoy era el día en que plantarían su propia huerta. La maestra Julieta había organizado una actividad especial para enseñarles sobre la importancia de las verduras y cómo cuidarlas.

"¡Hola chicos!", saludó la maestra. "Hoy vamos a crear una huerta juntos. ¿Quién sabe qué verduras podemos plantar?".

"¡Tomates!" exclamó Fiorella, sacando su mano al aire como si estuviera en un concurso.

"Y también zanahorias", añadió Lorenzo, con una sonrisa.

"Yo quiero lechugas", dijo Ramiro, moviendo la cabeza de un lado a otro.

"Las lechugas son muy frescas", coincidió Victoria. "Podemos hacer ensaladas riquísimas".

"Genial, entonces tenemos: tomates, zanahorias y lechugas. Pero antes de plantar, necesitamos preparar la tierra", explicó Julieta, dándoles herramientas a los chicos.

Los niños comenzaron a trabajar. Santino, que estaba un poco callado, se acercó a Julieta.

"¿Cómo sabemos que la tierra está lista?" preguntó con curiosidad.

"Buena pregunta, Santino. Debemos asegurarnos de que esté suelta y sin piedras. Si está apelmazada, las raíces de las plantas no podrán crecer bien", le respondió Julieta.

Después de un rato de cavar y limpiar, los chicos estaban listos para plantar. Sin embargo, al ir a colocar las semillas en la tierra, notaron un problema.

"¡Oh no!", gritó Fiorella. "¿Dónde están las semillas?".

"¡Yo las traje!" exclamó Lorenzo, pero se dio cuenta de que su mochila estaba vacía. "¡Me olvidé de ellas en mi casa!".

"Pero, ¿ahora qué hacemos?" dijo Juan, frunciendo el ceño.

"No se preocupen, voy a buscar las semillas", propuso Ramiro decidido. Todos lo miraron asombrados.

"Pero está lejos, Ramiro. Tendremos que esperar mucho tiempo", dijo Victoria, preocupándose.

"Si todos colaboramos, podemos hacer que el tiempo pase más rápido. ¡Podemos hacer un juego!" sugirió Julieta con una sonrisa. "Se llama 'el recorrido de las verduras'."

"¿En qué consiste?" preguntó Lorenzo, ya emocionado.

"Vamos a hacer un recorrido en el patio. Cada uno de ustedes elegirá una verdura que le gusta y al llegar a una meta, tendrán que explicar por qué es importante", explicó Julieta.

"Yo elijo el tomate", dijo fiorella, corriendo de un lado para otro.

"Y yo la zanahoria", seguió Lorenzo, imitando una carrera.

"Yo quiero la lechuga", agregó Juan riendo.

Los niños corrieron por el patio, divirtiéndose y, al mismo tiempo, aprendiendo sobre las verduras.

FIN.

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