La aventura de la naturaleza


Había una vez un grupo de profesores que trabajaban en una escuela muy especial.

Estos profesores no eran como los demás, ellos disfrutaban mucho de jugar y divertirse con sus alumnos, pero también les enseñaban valores muy importantes como la amistad, la empatía y el compañerismo. Un día decidieron hacer algo diferente y llevar a sus alumnos a pasar un día en la naturaleza.

Todos estaban muy emocionados por esta aventura y se prepararon para salir temprano en la mañana. Cuando llegaron al lugar elegido, todos quedaron maravillados con la belleza del paisaje. Había árboles altos y frondosos, flores de colores por todas partes y un río cristalino que corría entre las rocas.

"¡Qué hermoso lugar! ¿Podemos explorarlo?"- preguntó uno de los niños. "Claro que sí"- respondió uno de los profesores"Pero antes debemos organizarnos para no perdernos. "Entonces dividieron a los niños en grupos pequeños y cada grupo tenía un profesor encargado.

Les dieron un mapa del lugar para que pudieran ubicarse mejor y les explicaron algunas reglas básicas para estar seguros mientras exploraban. Los niños comenzaron a caminar entre los árboles, saltando sobre piedras e investigando todo lo que encontraban a su paso.

Los profesores los acompañaban atentamente, ayudándolos cuando era necesario pero dejándolos experimentar por sí mismos. Después de varias horas de exploración, todos se reunieron junto al río para descansar un poco.

Los profesores sacaron algunas frutas y galletas que habían llevado para compartir y los niños compartieron historias sobre lo que habían descubierto en su recorrido. "¡Miren, una mariposa!"- exclamó uno de los niños señalando hacia el cielo.

Todos levantaron la vista y vieron una hermosa mariposa revoloteando entre las flores. Los profesores les contaron a los niños algunas curiosidades sobre estos insectos y todos se quedaron admirándola durante un rato. "¿Podemos jugar un poco ahora?"- preguntó otro niño.

Los profesores sonrieron y dijeron que sí. Entonces comenzaron a jugar al escondite, al fútbol y a otros juegos divertidos. Los niños estaban felices de poder disfrutar del aire libre junto a sus maestros y aprendían valores importantes mientras jugaban.

Cuando llegó la hora de regresar a la escuela, todos estaban cansados pero muy contentos por haber pasado un día tan especial en la naturaleza.

Los profesores les recordaron lo importante que era cuidar el medio ambiente para poder seguir disfrutando de lugares como ese en el futuro. "Gracias por este día tan lindo"- dijo uno de los niños antes de subir al autobús"Me divertí mucho y aprendí cosas nuevas.

"Los profesores sonrieron con satisfacción sabiendo que habían logrado su objetivo: enseñarle a sus alumnos valores importantes mientras disfrutaban del juego y la amistad en plena naturaleza.

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