La aventura de la noche de campamento en el instituto Santa Catalina Laboure



Era una noche oscura y estrellada en la ciudad de Clorinda, donde el Instituto Santa Catalina Laboure había organizado un emocionante campamento para los estudiantes.

Todos estaban emocionados por pasar la noche en medio de la naturaleza y disfrutar de las actividades al aire libre. Los profesores y monitores aseguraban que sería una experiencia inolvidable. Los niños y niñas, equipados con linternas y sacos de dormir, se dirigieron emocionados hacia el bosque, donde montarían las tiendas y encenderían la fogata.

Mientras los mayores preparaban la cena, los chicos se divirtieron jugando a la escondida. Pero de repente, un escalofrío recorrió el aire y un extraño ruido se escuchó en la lejanía.

Flavia, una de las alumnas más valientes, se acercó a la fogata a contar una historia de miedo para asustar a sus amigos. "Dicen que este bosque está encantado y que de noche salen tres demonios que buscan a los más traviesos para hacerles jugarretas".

Las caras de los niños se iluminaron por la emoción del relato, aunque algunos miraban alrededor con cierto temor. De repente, la luz de la fogata parpadeó y se apagó.

Gritos y risas nerviosas inundaron el aire, pero al encender las linternas, descubrieron que tres extrañas figuras se acercaban a ellos. Eran tres pequeños demonios con travesuras en mente.

Los chicos, a pesar del miedo, recordaron lo que habían aprendido en clases de ciencias: que a menudo las cosas que nos asustan no son peligrosas en realidad. Tomaron aire y enfrentaron a los demonios, quienes resultaron ser tímidos y juguetones. Juntos, lanzaron fuegos artificiales, contaron historias y disfrutaron de la noche.

Al amanecer, los niños regresaron al instituto con nuevas historias que contar, recordando que a menudo, lo desconocido puede ser una oportunidad para disfrutar y aprender algo nuevo.

FIN.

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