La Aventura de la Pequeña Niña y la Flor May Bella

Había una vez en un bosque encantado, una pequeña niña llamada Lola. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un claro lleno de hermosas flores de todos los colores.

Deslumbrada por tanta belleza, Lola notó una flor particularmente grande y brillante en el medio del claro. Esta flor se llamaba May Bella, conocida por su belleza y su poder para conceder deseos. Lola se acercó a la flor con cautela, maravillada por su resplandor.

"¡Hola, pequeña niña!", dijo la flor con una voz suave y melodiosa. "¡Hola, May Bella! ¿Por qué eres tan hermosa y brillante?", preguntó Lola con admiración. "Soy hermosa porque emano amor y alegría.

Y soy brillante porque tengo la capacidad de ayudar a quienes me rodean", respondió la flor. Lola se emocionó al escuchar estas palabras y decidió pedirle un deseo a May Bella. "¿Puedo pedirte un deseo, May Bella?", preguntó Lola con timidez. "Por supuesto, querida.

Cuéntame tu deseo y haré todo lo posible por concedértelo", contestó amablemente la flor. Lola pensó durante un momento y finalmente dijo: "Deseo que todas las flores del bosque sean tan hermosas y brillantes como tú, May Bella.

Quiero que nadie se sienta solo o triste al mirar las flores". May Bella sonrió con ternura y asintió. "Tu deseo es noble y generoso, Lola.

Lo concederé con una condición: deberás cuidar de todas las flores y esparcir amor y alegría donde quiera que vayas", expresó la flor. Lola aceptó con entusiasmo y se comprometió a cumplir su parte del trato. A partir de ese día, Lola se convirtió en la guardiana de las flores del bosque.

Con amor y dedicación, cuidó de cada una de las flores, regándolas, asegurándose de que recibieran suficiente luz solar y compartiendo palabras amables con ellas. Poco a poco, todas las flores del bosque comenzaron a brillar con la misma luz que May Bella.

El bosque se transformó en un lugar mágico, colmado de color y alegría. La bondad de Lola y el poder de May Bella habían hecho maravillas. Todos los animales del bosque, al ver el cambio, se acercaron a agradecer a Lola por su amor y dedicación.

Desde entonces, la pequeña niña y la flor May Bella vivieron felices en el precioso bosque, cuidando juntas de todas las flores y compartiendo amor y alegría con cada ser que cruzara su camino.