La aventura de la piña y las frutas vitaminas



En un colorido y alegre mercado de frutas, vivía una piña llamada Pina. Su cáscara era amarilla y espinosa, pero su interior era más dulce que la miel.

Un día, mientras Pina descansaba entre las peras y las uvas, escuchó un bullicio. Eran las frutas vitaminas: la naranja, el kiwi y la fresa, que siempre se reunían para hablar sobre su día y compartir historias. Envidiando un poco su amistad, Pina decidió acercarse.

"Hola a todos, ¿puedo unirme a ustedes? Me llamo Pina" - dijo con timidez.

"¡Claro, Pina! Siempre hay espacio para una nueva amiga" - respondió la fresa con una sonrisa.

"Nosotros somos las frutas vitaminas, y juntos hacemos un equipo muy especial para ayudar a los niños a crecer fuertes y sanos" - añadió el kiwi con gran entusiasmo.

Pina estaba tan emocionada por ser parte de un grupo tan especial que, sin pensarlo, exclamó:

"¡Yo también quiero ayudar a los niños! Mi sabor es delicioso y soy muy nutritiva".

"Pero, ¿sabes cómo podemos hacer eso?" - preguntó la naranja.

"Podríamos organizar un concurso para ver quién puede hacer la mejor mezcla de frutas" - sugirió la fresa.

"¡Esa es una gran idea!" - dijo Pina saltando de alegría.

Los días pasaron, y el gran concurso se fue organizando. Las frutas vitaminas invitaron a muchos niños a participar. Cada niño tendría que hacer su propio batido de frutas.

El día del concurso, el sol brillaba y el aire olía a cosas frescas. Los niños estaban emocionados, y cada uno trajo una mezcla creativa. Pina, que estaba un poco nerviosa, veía a sus nuevos amigos mezclando sus jugos con rapidez.

"Pina, no te preocupes. Tu dulce sabor es lo que hace especial a este grupo" - le dijo el kiwi.

"Tenés razón, ¡tengo que dar lo mejor de mí!" - respondió Pina, sintiendo que podía hacerlo.

Cuando llegó su turno, Pina se lanzó a la tarea. Con ayuda de sus amigos, hizo un espectacular batido de piña, fresa y kiwi.

"¡Vamos, Pina! ¡Mostrá tu dulzura!" - animaron las frutas.

Finalmente, llegó el momento de probar las mezclas. Los jueces, que eran dos simpáticos niños mayores, comenzaron a probar cada batido. Uno a uno, los niños esperaban ansiosamente el veredicto.

"¡Mmm! Este batido es increíblemente fresco y delicioso" - exclamó uno de los jueces con una gran sonrisa.

"¡Así es! Y se nota que tiene un montón de vitaminas en cada sorbo" - dijo el otro juez.

Cuando llegó el turno de Pina, todos contenían la respiración.

"¡Y ahora, el batido de Pina!" - anunció uno de los jueces.

"¡Que suene la música!" - gritó la fresa, muy emocionada.

Después de probarlo, los jueces no podían creer lo que sabían.

"¡Es el mejor batido del concurso!" - dijeron al unísono.

"¿Quién diría que la piña tenía un sabor tan increíble para mezclar con nosotros?" - añadió la naranja, abrazando a Pina.

Al final del concurso, no solo Pina ganó el primer lugar, sino que también se sintió parte de algo más grande. En ese momento se dio cuenta de que cada fruta es especial y tiene su propio lugar en el mundo.

"Gracias por darme una oportunidad. Juntos somos más fuertes y podemos ayudar a los niños a ser saludables" - dijo Pina, emocionada.

"Así es, ¡somos un gran equipo de vitaminas!" - replyó el kiwi.

Y desde ese día, Pina se convirtió en parte integral del grupo de frutas vitaminas, aprendiendo que al unirse y combinar sus talentos, podían hacer del mundo un lugar más dulce y saludable.

Y así, entre risas y batidos, Pina y sus amigos siguieron compartiendo su dulzura con todos, enseñando a los niños la importancia de comer frutas y disfrutar de una vida sana y feliz.

FIN.

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