La aventura de la solidaridad




En un pequeño pueblo llamado Villa Alegría, vivían muchos niños y niñas que jugaban juntos todos los días. Pero un día, algo extraño sucedió. Los niños empezaron a pelearse y a no compartir sus juguetes.

La alegría se convirtió en tristeza, y el pueblo ya no era el mismo.

Un día, llegó al pueblo un viejito sabio llamado Don Tito. Él enseñó a los niños la importancia de la solidaridad, el respeto y la convivencia.

Les contó la historia de un árbol muy especial que necesitaba la ayuda de todos para crecer y dar frutos. Los niños, emocionados, decidieron ayudar al árbol para que creciera fuerte y hermoso. Trabajaron juntos, respetándose y compartiendo herramientas.

Con el tiempo, el árbol creció y dio frutos deliciosos. Los niños entendieron que juntos podían lograr cosas maravillosas si se ayudaban y se respetaban mutuamente. Así, volvieron la alegría al pueblo y se convirtieron en un ejemplo de solidaridad y convivencia para todos.

Desde ese día, en Villa Alegría, todos los niños y niñas compartían, se respetaban y vivían felices para siempre.

FIN.

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