La aventura de la tortuga Rosita



En un bosque encantado vivía una tortuga llamada Rosita. Rosita era muy curiosa y siempre estaba en busca de aventuras. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con el conejo Tomás. -

¡Hola, Rosita! ¿A dónde vas? -le preguntó el conejo. -

Hola, Tomás. Estoy en busca de una nueva aventura. ¿Quieres venir conmigo? -respondió Rosita emocionada. -

Claro que sí, me encantaría. Juntos se adentraron en el bosque, recorriendo senderos desconocidos y descubriendo nuevos lugares. De repente, se encontraron frente a un gran río. -

¡Mira, Tomás! ¡Qué hermoso! Creo que si logramos cruzar, encontraremos un tesoro al otro lado -exclamó Rosita emocionada. -

Pero, Rosita, ¿cómo cruzaremos? No sabemos nadar -se preocupó el conejo. Sin rendirse, Rosita buscó una solución. Encontró unas ramas y hojas grandes, con las que construyeron una balsa. Con mucho esfuerzo, lograron subirse a la balsa y cruzar el río. Al llegar al otro lado, descubrieron un jardín mágico lleno de flores de colores brillantes. Allí, entre las flores, encontraron un cofre lleno de tesoros. -

¡Lo logramos, Tomás! ¡Encontramos el tesoro! -gritó Rosita emocionada. Llenos de alegría, regresaron al bosque con su tesoro, sabiendo que juntos podían superar cualquier desafío. Desde aquel día, Rosita y Tomás se convirtieron en los exploradores más valientes del bosque.

FIN.

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