La Aventura de las Ahorradoras
Un día, Delfina y Emilia decidieron que querían ir de campamento a la montaña con su perrita Nala. Sabían que necesitarían mucha comida para alimentar a su papá Omar, quien comía como un oso.
"¿Cómo vamos a llevar tanta comida?" preguntó Delfina. "Podemos pedirle ayuda a mamá" sugirió Emilia. Así que las dos nenas fueron a hablar con su mamá y le pidieron que les ayudara a preparar la comida para el campamento.
Su mamá accedió felizmente y juntas hicieron una lista de todo lo que necesitarían. "Necesitamos carne, verduras, frutas, pan y mucho más" dijo Mamá. "¡Genial! ¡Vamos al supermercado!" exclamaron las niñas emocionadas.
Cuando llegaron al supermercado se dieron cuenta de que no tenían suficiente dinero para comprar todo lo que necesitaban. Entonces, recordaron algo importante: habían ahorrado algo de dinero en sus alcancías. "¡Es hora de usar nuestro dinero!" dijo Delfina.
"Sí, así podemos comprar todo lo necesario para el campamento" añadió Emilia. Con sus alcancías llenas de monedas y billetes pequeños, comenzaron a buscar los ingredientes en el supermercado.
Después de varias horas comprando y empacando todos los alimentos en mochilas grandes, finalmente estuvieron listos para partir hacia la montaña. Al llegar al lugar donde acamparían esa noche, las dos niñas pusieron manos a la obra. Con la ayuda de Nala lograron armar rápidamente las carpas mientras Omar preparaba la fogata.
"¡Miren todo lo que hemos traído!" dijo Delfina con orgullo mientras sacaba los alimentos de las mochilas. "¡Wow! ¡Tenemos suficiente comida para alimentar a un ejército!" exclamó Emilia.
Después de una deliciosa cena, las niñas y su papá se sentaron alrededor de la fogata y comenzaron a contar historias. Pero pronto se dieron cuenta de que habían olvidado algo muy importante: no habían traído suficiente agua. "¿Qué vamos a hacer sin agua?" preguntó Omar preocupado.
"No sé, pero tenemos que encontrar una solución" respondió Delfina valientemente. Las niñas y su papá comenzaron a buscar agua en el bosque cercano. Después de caminar durante un rato encontraron un pequeño arroyo. Llenaron todas las botellas vacías que tenían y regresaron al campamento.
Finalmente, después de una noche llena de aventuras y aprendizajes, todos se acostaron en sus carpas con Nala durmiendo tranquilamente entre ellos.
Las dos hermanas se dieron cuenta de que aunque había sido difícil preparar el campamento, todo había valido la pena por la experiencia única e inolvidable que habían tenido juntos como familia.
Y así fue como Delfina y Emilia aprendieron la importancia del trabajo en equipo, el valor del dinero ahorrado y cómo sobrevivir en situaciones difíciles en medio de la naturaleza.
FIN.