La aventura de las Calorías



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, un grupo de alimentos que vivían en la despensa de una familia. Entre ellos se encontraban el pan, el queso, las frutas y las verduras.

Todos eran muy amigos y pasaban sus días felices jugando y conversando. Un día, mientras estaban reunidos en la alacena, llegó una nueva integrante: era Cali, una pequeña caloría muy curiosa.

Cali siempre tenía preguntas sobre todo lo que veía a su alrededor y no paraba de hacerle cuestiones a sus nuevos amigos. "¿Por qué somos diferentes? ¿Qué nos hace ser lo que somos?" -preguntó Cali con mucha emoción.

Todos los alimentos se quedaron pensativos por un momento hasta que Don Pan tomó la palabra:"Querida Cali, cada uno de nosotros tiene algo especial que nos diferencia. Somos diferentes porque tenemos distintas cantidades de calorías".

Cali no entendía muy bien eso de las calorías, así que decidió preguntar más detalles:"¿Y qué son las calorías? ¿Cómo hacen para medirlas?"Don Pan sonrió y dijo:"Las calorías son unidades de medida que sirven para saber cuánta energía nos proporciona cada alimento cuando lo comemos".

Cali estaba aún más confundida y buscó ayuda en sus amigos para entender mejor. Fue entonces cuando el Sr. Queso intervino:"Imagínate que somos como pilas recargables. Las calorías son como nuestra carga energética. Algunos alimentos tienen muchas calorías y otros tienen menos".

La pequeña Cali comenzó a entender un poco mejor gracias a la explicación del Sr. Queso. "¡Ahora entiendo! Entonces, ¿cuántas calorías tengo yo?"Todos los alimentos se miraron entre sí y se dieron cuenta de que ninguno sabía cuántas calorías tenía Cali.

Decidieron entonces buscar al Sr. Libro de Matemáticas, quien siempre tenía las respuestas a todas sus preguntas. Cuando encontraron al Sr. Libro de Matemáticas, le explicaron el problema y le pidieron ayuda para calcular las calorías de Cali.

El Sr. Libro de Matemáticas les propuso un juego: debían resolver una serie de problemas matemáticos relacionados con las cantidades y medidas de cada uno de ellos.

Uno por uno, los alimentos iban resolviendo los problemas y anotando en un papel la cantidad exacta de calorías que tenían según lo establecido en el libro. Al finalizar el juego, todos estaban muy emocionados por haber encontrado la respuesta a la pregunta de Cali.

"¡Cali, tienes 50 calorías!" -gritó Don Pan emocionado"Eres una pequeña pero poderosa fuente energética". Cali estaba feliz con su respuesta y agradeció a todos sus amigos por ayudarla a entender mejor lo que eran las calorías.

A partir de ese día, Cali se convirtió en la experta en contar calorías del grupo y les enseñó a todos cómo cuidar su salud comiendo equilibradamente.

Y así fue como esta historia nos enseña que no importa cuántas calorías tengamos, lo importante es saber usar nuestra energía correctamente para vivir vidas saludables y felices. Fin

FIN.

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