La Aventura de las Edades Mágicas
Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Numilocos, un niño curioso llamado Martín. Siempre tenía preguntas en su mente, y una tarde, sentado bajo su árbol favorito, se le ocurrió una muy especial.
"¿Cuántos años tengo, en realidad?" - se preguntó, mientras giraba su trompo en el suelo.
Martín recordó que su abuelo le había contado un enigma sobre las edades. "Si el cuadrado de la edad que tenía hace cinco años es la mitad de la edad que tendré dentro de siete años… ¡qué complicado!" - exclamó, mirando al cielo.
Decidido a resolver este misterio, Martín se puso a contar. Tenía 12 años en ese momento. Hace cinco años, eso quería decir que tenía 7 años. "¡Pero esto no puede ser!" - se dijo, "¡Porque 7 al cuadrado da 49!"
Empezó a pensar en lo que tendría dentro de 7 años. 12 más 7 son 19. "Entonces, la mitad de 19 es 9.5, ¡pero el cuadrado de 7 era 49!" - se rascó la cabeza.
Estaba claro que tenía que encontrar ayuda. Así que reunió a sus amigos: Clara, una chica que siempre tenía la respuesta correcta; y Tomás, un niño que adoraba los números.
"Si el cuadrado de la edad que tenía hace cinco años es 49, entonces debe ser 7; pero eso no está haciendo sentido con la otra parte del enigma. Vamos a probar otras edades, ¡quizás haya un truco!" - dijo Clara.
Martín miró a Tomás. "¿Cuántos años creés que puedo tener?"
Tomás, pensando un poco, dijo: "Quizás más. ¿Qué tal si tenés 13?"
Martín asintió y se puso a hacer las cuentas. "Entonces, hace 5 años tendría 8. ¡Y 8 al cuadrado es 64!" - se exclamó emocionado. "Y dentro de 7 años tendría 20. Mitad de 20 es… 10. ¡No coincide!"
Desesperado, Martín se tumbó en el césped, sintiendo que el misterio le estaba ganando. Pero Clara tuvo una idea brillante.
"Y si probamos empujando un poco más las edades hacia arriba. ¿Qué tal si tenés 14 en lugar de 12?"
"¡Eso podría funcionar!" - dijo Martín levantándose de un salto.
Así que volvieron a calcular. Para 14 años ahora, hace cinco años, tenía 9.
"¡Y 9 al cuadrado es 81!" - saltó Martín emocionado. "Y dentro de 7 años, seré 21. ¿Y la mitad de 21? ¡Es 10.5! Entonces, puede ser!"
Clara lo miró, - “No está mal, pero sigamos probando… ¿qué tal 15?"
"¿15? Genial, entonces hace cinco años tendría 10, y 10 al cuadrado es…¡100!" - respondió Martín. "Si tengo 15 ahora y en siete años seré 22… la mitad de 22 es 11… ¡Casi, pero esto no tiene sentido! ¡Sigo experimentando!"
Así, después de varias pruebas, Martín notó que cada vez que lo intentaba, se sentía invadido por la emoción y la aventura de descubrir su propia edad.
Finalmente, Martín recuerda que había un truco para resolverlo, ¡un cuadrado perfecto!"¡Ya sé! La clave está en calcular todos los resultados. Tal vez la edad que tengo debe ser la correcta, sin miedo a triscar!" - concluyó. Tras varios juicios, se dio cuenta que tenía 13 años.
Así, Martín volvió a mirar a sus amigos. "¡Ya entendí! Prosiguió descubriendo que los desafíos no solo están en las cuentas, también en la lógica. El verdadero misterio fui yo mismo!"
Y con una sonrisa en su rostro y un nuevo desafío por delante, Martín y sus amigos continuaron explorando el mágico mundo de los números mientras el sol comenzaba a ocultarse. Era el inicio de una gran aventura llena de descubrimientos y risas compartidas.
Desde ese día, Martín aprendió que resolver enigmas y jugar con los números no solo era divertido sino que también significaba descubrir un poco más sobre uno mismo. Y así, en Numilocos, los chicos disfrutaban de sus secretos matemáticos y continuaban en su viaje hacia el conocimiento. ¡Fin!
FIN.