La aventura de las guayabas en el parque


Un hermoso día de sol, los niños decidieron ir al parque a jugar. Mientras correteaban y reían, descubrieron un árbol repleto de hermosas guayabas. Emocionados, se acercaron para observarlas. -¡Miren todas estas guayabas! Son tan grandes y jugosas -exclamó Sofía.

-Sí, parecen deliciosas. Podríamos hacer mermelada con ellas -propuso Lucas. Pero de repente, escucharon un susurro proveniente del árbol. -¡Esperen, no nos coman! -dijo una vocecita. Los niños se sorprendieron al descubrir que las guayabas podían hablar.

Resulta que las guayabas eran mágicas y habían sido transformadas en frutas parlanchinas por un hechizo antiguo. Querían volver a ser normales, pero necesitaban la ayuda de los niños.

Unidos en esta increíble aventura, los pequeños amigos se propusieron ayudar a las guayabas mágicas. A medida que trabajaban juntos para encontrar la solución, aprendieron sobre la importancia del trabajo en equipo, la amistad y el valor de ayudar a los demás.

Finalmente, con ingenio y esfuerzo, lograron deshacer el hechizo y las guayabas volvieron a ser frutas comunes. Agradecidas, les regalaron una cesta llena de guayabas deliciosas.

Los niños regresaron a casa con un tesoro en forma de frutas sabrosas y recuerdos de una aventura inolvidable en la que descubrieron que la magia puede existir en los lugares más insospechados.

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