La aventura de las manzanas
Tincho el carpincho vivía en el bosque, donde pasaba sus días jugando y buscando comida. Un día, Tincho descubrió un árbol con las manzanas más deliciosas que había visto en su vida, pero estaban en la cima de un árbol muy alto. Tincho saltaba, se estiraba y hacía de todo para alcanzarlas, pero era inútil. Estaba a punto de rendirse cuando Saltarín la ardilla apareció.
"¡Hola, Tincho! ¿Qué estás haciendo?" preguntó Saltarín.
"Estoy tratando de alcanzar esas deliciosas manzanas, pero el árbol es demasiado alto", respondió Tincho con tristeza.
Saltarín le sonrió y dijo: "No te preocupes, amigo. Puedo brincar de rama en rama y ayudarte a alcanzar esas manzanas".
Tincho estaba emocionado con la ayuda de su amiga y juntos idearon un plan, pero se dieron cuenta de que necesitaban a Piquito el Canario, quien había escuchado su conversación y decidió unirse a la misión.
"¡Hola amigos! Escuché su plan y creo que puedo ayudar. Mi canto alegre y melodioso puede protegernos de los peligros del bosque mientras alcanzamos las manzanas", dijo Piquito.
Los tres amigos se unieron y, con el plan en marcha, Tincho trepó sobre los hombros de Saltarín, quien brincaba de rama en rama. Piquito cantaba alegremente, animando a sus amigos en su aventura. Finalmente, Tincho alcanzó las manzanas y juntos disfrutaron de un delicioso festín en el bosque.
Desde ese día, los tres amigos descubrieron que, trabajando juntos y apoyándose mutuamente, podían superar cualquier obstáculo que se les presentara. Tincho aprendió que la amistad y la colaboración son herramientas poderosas, y nunca volvió a dudar de su capacidad para alcanzar sus sueños, incluso si estaban en lo más alto.
FIN.