La Aventura de Letra M Alegre



Había una vez un pequeño pueblo llamado Abecedaria, donde todas las letras del alfabeto vivían en armonía. Entre ellas, había una letra muy especial: la M, conocida como Letra M Alegre. Es un personaje carismático y siempre tiene una sonrisa en su rostro. Su gran sueño era organizar la Primera Fiesta de las Letras, donde cada letra pudiera mostrar su talento.

-Un día, mientras paseaba por la plaza, Letra M Alegre se encontró con su amigo, Letra R.

"Hola, Letra R, tengo una idea brillante", dijo entusiasmada.

"¿De qué se trata?", preguntó Letra R con curiosidad.

"Quiero organizar la Primera Fiesta de las Letras. Todos deberían mostrar sus talentos y disfrutar juntos", explicó Letra M Alegre.

"¡Es una idea genial! Pero, ¿cómo vamos a hacerlo?", dijo Letra R pensativa.

Decidieron entonces reunir a todas las letras del abecedario en la plaza para compartir la idea.

El día de la reunión, cada letra tenía su propio estilo: la A era muy activa, la B estaba llena de burbujas, y la C siempre contaba chistes. Cuando Letra M Alegre les presentó su plan, todos se emocionaron, pero también había dudas.

"¿Y si alguien no quiere participar?", preguntó Letra T con un tono preocupado.

"No tiene que ser así", respondió Letra M Alegre.

"Si todos colaboramos, podremos hacer algo maravilloso juntos".

Sin embargo, no todo era tan fácil. La Letra Q se sentía muy tímida y no estaba segura de si quería participar.

"Pero si no te animás, ¿quién va a mostrar cómo se hace la cola?", le dijo Letra R, tratando de motivarla.

"Yo puedo mostrar cómo se hace una cola", dijo Letra N.

"Pero lo importante es que Q también se sienta cómoda mostrando su talento", añadió Letra M Alegre.

Algunos días pasaron y las letras se organizaron. Letra A empezó a practicar un baile, mientras que la Letra S decidió hacer una deliciosa sopa para compartir. Todos estaban muy entusiasmados, excepto Letra Q. A pesar de que las letras la animaban, ella seguía sintiéndose insegura.

Una tarde, mientras practicaban, Letra M Alegre tuvo una idea.

"¿Y si hacemos un juego para que Letra Q se sienta más cómoda?", propuso.

"¡Es una gran idea!", exclamó Letra B.

"Podríamos inventar un cuento donde cada letra tenga un papel especial", sugirió Letra E.

"Así podría participar sin tanta presión", añadió Letra R, sonriendo.

Así, hicieron un cuento donde cada letra era un héroe. Letra M Alegre se convirtió en la organizadora de la fiesta y fue muy divertida. Letra Q interpretó su papel de manera brillante.

El día de la fiesta llegó. Las letras estaban emocionadas y llenas de colores. Todos se reunieron en la plaza, cada uno mostrando su talento. Letra A bailó, Letra B hizo burbujas y Letra Q, al ver que todos la apoyaban, decidió leer el cuento que habían creado juntos.

Cuando terminó la fiesta, Letra Q sonrió más que nunca.

"¡Gracias!", exclamó emocionada,

"Nunca pensé que podría hacerlo".

"Claro que podías", dijo Letra M Alegre.

"No solo eres parte del abecedario, eres parte de nuestra familia".

La fiesta fue un éxito y todas las letras aprendieron algo importante: que apoyarse unos a otros es la clave para superar los miedos y que juntos podían hacer cosas maravillosas.

FIN.

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