La Aventura de Lía y el Arcoíris



En un pequeño pueblo llamado Colorín, vivía una niña llamada Lía. Tenía el pelo largo y rubio, y unos ojos verdes que brillaban como esmeraldas. Siempre vestía un hermoso vestido morado manjón, que le daba un aire mágico. Lía era una niña muy curiosa y le encantaba explorar el bosque que rodeaba su hogar.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Lía escuchó un suave murmullo. Al acercarse, se encontró con un zorro pequeño que parecía preocupado.

"¿Por qué estás tan triste, pequeño zorro?" - preguntó Lía.

"He perdido mi cola mágica y sin ella no puedo ayudar a los árboles del bosque a florecer", respondió el zorro con un suspiro.

Lía, con su corazón generoso, decidió ayudar al zorro. "No te preocupes, juntos la encontraremos!" - dijo emocionada. Comenzaron a caminar por el sendero, mientras Lía pensaba en las posibles ubicaciones.

Más adelante, encontraron un lago que brillaba bajo el sol. En la orilla, había un grupo de ranas que saltaban de alegría. Lía se acercó y les preguntó:

"¿Han visto la cola mágica de este zorro?"

"¡Sí!" - croaron las ranas al unísono "La vimos cerca de la montaña arcoíris, pero está custodiada por el dragón de los colores."

Lía miró al zorro, que parecía asustado, pero ella sonrió con confianza.

"No hay dragón que pueda detenernos. ¡Vamos!" - exclamó, animando al zorro.

Caminaron y caminaron hasta llegar a la montaña arcoíris. Al acercarse, vieron al dragón, un majestuoso ser de escamas brillantes, durmiendo junto a un montón de objetos brillantes, entre ellos la cola del zorro.

Lía susurró al zorro:

"Creo que podemos pedirle ayuda al dragón. Tal vez solo esté protegiendo la cola y no quiera hacerle daño a nadie."

Con valentía, Lía se acercó al dragón y lo despertó suavemente.

"¡Hola, dragón!" - empezó Lía respetuosamente "Te hemos visto cuidando la cola mágica del pequeño zorro. ¿Podrías devolvérsela?"

El dragón, con una voz profunda y amistosa, respondió:

"¡Hola, pequeña! Estas cosas son muy importantes para mí. Sin embargo, tengo que aprender a compartir los colores que guardo. He estado muy solitario."

Lía, comprendiendo la tristeza del dragón, tuvo una idea.

"Si te parece bien, podemos hacer un trato. Tú nos devuelves la cola mágica, y me cuentas sobre los colores brillantes. Así puedes tener amigos, ¡y compartir lo que sabes sobre ellos!"

El dragón pensó por un momento y asintió. Was así como el dragón le devolvió la cola mágica al zorro.

"¡Gracias, Lía!" - gritó el zorro mientras se la colocaba orgullosamente.

Juntos, Lía, el zorro y el dragón comenzaron a contar historias y compartir risas, creando un lazo de amistad. El dragón invitó a Lía a visitar la montaña siempre que quisiera, mientras que el zorro prometió cuidar de la flora del bosque.

Al regresar a casa, Lía no solo había ayudado a recuperar la cola sino que también había hecho un nuevo amigo, el dragón.

Desde aquel día, el bosque de Colorín floreció más que nunca, porque el zorro y el dragón trabajaban juntos para cuidar de cada planta y árbol. Lía continuó explorando y ayudando a otros, siempre dispuesta a hacer lo correcto, con fe en que su corazón generoso y su curiosidad la llevarían a nuevas aventuras.

Y así, Lía, el zorro y el dragón vivieron felices, llenando el mundo de colores y amistad.

FIN.

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