La Aventura de Lila y la Bruja del Peine Envenenado



Había una vez en un pequeño pueblo, una niña de siete años llamada Lila. Con su cabello rizado y su risa contagiosa, era conocida por ser muy curiosa y valiente. Un día, mientras exploraba el bosque cercano, se encontró con un misterioso sendero que nunca había visto antes.

"¿Adónde me llevará este camino?" - se preguntó Lila, emocionada.

Decidida a descubrirlo, siguió el sendero que la llevó a un claro lleno de flores de colores brillantes. Pero, de repente, se encontró frente a frente con una pequeña cabaña hecha de raíces y barro.

"¿Quién vive aquí?" - pensó. Lila se acercó y tocó la puerta.

La puerta se abrió lentamente y apareció una anciana con un vestido de colores oscuros y un sombrero puntiagudo. Era una bruja, y en su mano tenía un peine brillante.

"¡Hola, niña! Soy la Bruja Maravilla. ¿Te gustaría ver un truco mágico?" - dijo la bruja con una sonrisa.

Lila, intrigada, asintió con la cabeza. Pero la Bruja Maravilla le mostró otras cosas también:

"Mira, tengo esta manzana envenenada. Es muy especial, puede conceder deseos, pero solo DEBE ser usada con cuidado." - le dijo la bruja, mientras acariciaba la manzana roja.

Lila sintió un escalofrío.

"¿Y por qué es peligrosa?" - preguntó, temerosa.

"Porque si alguien desea algo egoísta, la manzana traerá consecuencias. Pero, si se usa con un buen corazón, puede dar magia a tu vida." - explicó la bruja.

Lila pensó en su familia y amigos.

"Yo no quiero desear algo egoísta. Me gustaría que todos sean felices" - dijo decidida.

La bruja sonrió con aprobación.

"Muy bien. Para ayudarte, también tengo este peine envenenado. Si alguien usa este peine, se verá inmerso en una visión de sus mayores temores. Pero si tiene valor y se enfrenta a sus miedos, obtendrá un gran regalo: el don de la valentía" - aclaró la bruja.

"¿Y si no tengo valor?" - Lila preguntó, insegura.

"¡Todo el mundo tiene valor, solo que a veces lo olvidamos!" - replicó la bruja.

Lila miró el peine y la manzana, sintiéndose algo confusa. Entonces la bruja dijo:

"Y tengo esta cuerda mágica. Si usas el lazo para atar a alguien o algo, desatarás un cambio positivo. Pero recuerda, debes usarlo sabiamente."

Lila sintió que todas estas cosas eran un gran reto.

"¿Qué debo hacer?" - preguntó.

"Debes enfrentar el miedo que guardas en tu corazón. En el pueblo, hay un lugar que todos evitan, el viejo molino. La gente dice que está embrujado. Allí tendrás que usar el peine. Después, si deseas, podrás usar la manzana y el lazo", dijo la bruja.

Claramente nerviosa, Lila decidió enfrentar su miedo. Al volver al pueblo, pensó en todo lo que había aprendido de la bruja.

Cuando llegó al molino, su corazón latía rápidamente. Las sombras danzaban dentro del viejo edificio, y las historias de aterradoras leyendas llenaban su mente.

"Vamos, Lila. Ésto es solo un viejo molino... ¡tú puedes!" - murmuró para sí misma.

Con valentía, Lila entró, y de repente, el uso del peine hizo que aparecieran algunos animales que parecían aterrados.

"¡No tengan miedo!" - les dijo Lila mientras sonreía, y los animales comenzaron a relajarse.

Lila entendió que sus miedos eran solo ilusiones. Con la fuerza del amor en su corazón, el viejo molino se iluminó. La vida volvió a esos muros y, con ello, la felicidad de la gente del pueblo.

Entusiasmada por su descubrimiento, Lila decidió usar el lazo para atraer a todas esas amistades y hacer un gran festín.

Al final, se dio cuenta de que el verdadero valor reside en amar y compartir. La Bruja Maravilla apareció de nuevo,

"¿Ves, querida? Tu valentía ha hecho que todo cambie. A veces, enfrentar nuestros miedos es el primer paso para ayudar a los demás."

Lila sonrió, mostrando su gratitud,

"¡Gracias, Bruja! He aprendido que el valor es más que no tener miedo, es hacer el bien con lo que tenemos."

Y así, Lila vivió muchas más aventuras, siempre llevando consigo las enseñanzas de la bruja. Junto a ella, la magia y la valentía florecieron en el corazón de todos en el pueblo, unificando a todos en su amor y amabilidad. Y nunca olvidó el poder de desear con un buen corazón.

.

FIN.

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