La Aventura de los Colores
Era un día soleado en la ciudad de Colores, un lugar donde cada cosa era de un color distinto. Los árboles eran de un verde vibrante, las casas eran de mil colores y las calles estaban empedradas con piedras de todos los tonos imaginable. Entre todos los habitantes de Colores, había un pequeño pato llamado Pipo, que era completamente blanco. Pipo deseaba con todo su corazón poder tener un color como los demás.
Un día, mientras paseaba por el lago en busca de flores, Pipo encontró una pequeña piedra brillante bajo el agua. Era de un rojo intenso.
- ¡Guau! - exclamó Pipo - ¡Voy a mostrarle a mis amigos!
Al llegar a la orilla, hizo una demostración.
- ¡Miren lo que encontré! - gritó Pipo emocionado - ¡Una piedra roja!
Los otros patos comenzaron a reírse.
-
FIN.