La Aventura de los Colores Primarios
Era una vez en el colorido reino de Arcoíris, donde vivían tres amigos inseparables: Rojo, Azul y Amarillo. Eran conocidos como los Colores Primarios y eran muy felices, porque tenían la habilidad de transformar el mundo a su alrededor con sus colores vibrantes.
Un día, mientras jugaban en el jardín lleno de flores, Amarillo dijo:
"¿No sería genial crear un nuevo color?"
"¡Sí! ¡Podríamos hacer algo increíble!" exclamó Rojo.
"Pero, ¿cómo lo haríamos?" preguntó Azul con curiosidad.
Después de pensar un poco, Rojo iluminó sus ojos:
"Podríamos mezclar nuestros colores. ¿Qué pasaría si juntamos Rojo y Amarillo?"
"¡Sí! ¡Eso crearíamos Naranja!" rió Amarillo emocionado.
"Y yo podría mezclarme con Amarillo para hacer Verde. ¡Vamos a intentarlo!" agregó Azul.
Así que, decidieron mezclarse en una gran paleta de pintura que habían encontrado. Al principio, todo parecía un gran juego, pero algo raro sucedió. Cuando se mezclaron, en lugar de obtener Naranja, Verde, o incluso algo nuevo, un color gris opaco apareció.
"¡Oh, no!" lamentó Rojo.
"Esto no es lo que imaginamos" se quejó Amarillo.
"Quizá no estamos haciendo algo bien,” sugirió Azul.
Los amigos estaban desanimados. Pero justo en ese momento, el Viejo Maestro Pintor, un anciano sabio que vivía cerca, apareció caminando con su bastón.
"¿Qué les pasa, pequeños?" preguntó con una voz suave.
"Intentamos mezclar nuestros colores para crear algo nuevo, pero resultó en este gris tristes," explicaron juntos.
El Maestro se rió con cariño y les dijo:
"La mezcla de los colores primarios puede ser mágica, pero también debe hacerse con amor y respeto. Tienen que estar en el orden correcto, y cada uno de ustedes debe aportar su esencia. ¿Lo han intentado en su forma verdadera?"
"¿Nuestra forma verdadera?" preguntó Azul intrigado.
"Sí, cada uno debe ser fiel a su esencia. Al mezclarse con el corazón, no solo obtendrán un nuevo color, sino también un significado especial."
Los tres amigos se miraron entre sí, comprendiendo lo que el Maestro decía.
"Vamos a intentar de nuevo, pero esta vez con todos nuestros corazones,” sugirió Amarillo.
Tomaron sus lugares, Rojo al frente, seguido de Amarillo y finalmente Azul, listos para mezclar. Con una gran sonrisa, comenzaron a fusionar sus colores.
Cerraron los ojos y pensaron en lo que cada uno representaba: Rojo, la energía y pasión; Amarillo, la alegría y el optimismo; y Azul, la calma y serenidad. En ese instante, ocurrió algo maravilloso: de la paleta salió un brillante color Naranja, lleno de vida e intensidad.
"¡Lo logramos!" gritaron al unísono.
"Miren qué hermoso es Naranja. Juntos hemos creado algo nuevo y especial."
"Sí, y ahora yo quiero intentar hacer Verde,” dijo Azul, emocionado.
Con la misma dedicación, mezclaron Amarillo y Azul. De la fusión salió un espléndido Verde, simbolizando armonía y esperanza.
Finalmente, se miraron y el Viejo Maestro Pintor les sonrió satisfecha.
"Cada uno de ustedes es especial por sí solo, pero juntos hacen magia. Los colores secundarios son solo el reflejo de lo que pueden lograr uniendo sus talentos y corazones."
Desde ese día, el reino de Arcoíris se llenó de nuevos colores, y los amigos aprendieron que no solo podían crear hermosos matices, sino también compartir su alegría y amistad.
Durante la celebración de su éxito, los colores se dieron cuenta de que cada nuevo color que nacía también representaba nuevas emociones y posibilidades.
Y así, cada vez que alguien en el reino sentía alegría o tristeza, los amigos sabían que podían crear un nuevo color que reflejara esos sentimientos, llenando siempre de vida al Arcoíris.
Y así, el reino se fue pintando de colores y cada día era una nueva aventura, llena de creatividad y unión.
**Moraleja:** Cada uno de nosotros es único y especial, pero cuando unimos nuestras fuerzas y corazones, podemos crear cosas maravillosas. Nunca dejemos de experimentar y disfrutar de la diversidad.
Los amigos aprendieron que cada color, cada emoción y cada experiencia representan partes de un todo, y juntos son capaces de hacer del mundo un lugar más brillante y hermoso.
FIN.