La Aventura de los Guardianes del Río Fucha



En un rincón del vibrante barrio de Ciudad Alsacia, el río Fucha había perdido su brillo. Antes, sus aguas eran cristalinas y rebosantes de vida, pero ahora estaban cubiertas de basuras y desechos.

Los pescaditos que solían jugar entre las rocas habían desaparecido, y los pájaros dejaron de venir a tomar agua. Sin embargo, un grupo de amigos, liderados por Juanita, decidió que eso no podía continuar.

"¡Tenemos que hacer algo!" - exclamó Juanita al ver cómo el río se iba llenando de basura. Su amigo Tomás, siempre aventurero, añadió: "Podemos organizar una limpieza, ¡y luego contarle a todos lo que hicimos! Así quizás otros se sumen!".

Los amigos se emocionaron y comenzaron a planear cómo llevar a cabo su misión.

Al día siguiente, se reunieron con sus vecinos y repartieron silbatos y guantes. Para su sorpresa, no solo niños, sino también adultos se unieron a la causa.

Todos comenzaron a recoger basura mientras Juanita, con su voz poderosa, les animaba: "¡Cada bolsa que llenamos es un paso más para salvar al río!". Mientras trabajaban, descubrieron que había vida escondida entre la mugre: algunos pequeños peces estaban atrapados.

Con mucho cuidado, lograron liberarlos y ver cómo regresaban al agua. El trabajo fue duro, pero todos se sentían felices y orgullosos.

Al final del día, cuando vieron el río limpio y reluciente, gritaron juntos: "¡El Fucha es nuestro amigo! ¡Lo cuidaremos siempre!" Su esfuerzo no solo devolvió la belleza al río, sino que creó un vínculo especial entre la comunidad, recordándoles a todos que juntos podían lograr grandes cosas y hacer de Ciudad Alsacia un lugar más bonito para todos.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1