La Aventura de Los Guardias del Agua
En el barrio San Benito, los niños se juntaban todos los días después de la escuela a jugar cerca del arroyo que cruzaba su vecindario.
Sin embargo, un día, Tomás se dio cuenta de que el agua no solo estaba turbía, sino que también olía raro. "-¿Qué le pasa al agua?" preguntó intrigado. Sus amigos, María y Lucas, decidieron investigar. Cuando se acercaron al arroyo, encontraron latas de refresco, plásticos y hasta viejos zapatos tirados en el agua.
"-Esto no puede continuar, ¡tenemos que hacer algo!" exclamó María con determinación. No solo querían jugar en un arroyo limpio, querían salvar a los peces que ahí vivían y hacer de San Benito un lugar mejor.
Luego
de reunir sus fuerzas, los tres amigos idearon un plan. "-Vamos a hablar con los adultos y contarles lo que estamos viendo", sugirió Lucas.
Al principio, los mayores no les tomaron en serio, pero cuando los niños organizaron una jornada de limpieza y llevaron a más amigos, el barrio comenzó a enterarse. ``-¡Miren! Este es nuestro arroyo, y lo cuidaremos juntos!" gritaron los chicos mientras recogían basura. Con el tiempo, y tras muchas jornadas de limpieza, el arroyo volvió a brillar.
Los adultos, inspirados por la iniciativa de los niños, también empezaron a ayudar.
Ahora, el arroyo limpio es un lugar donde todos disfrutan, y en el barrio San Benito, cada vez que un niño pasaba por el arroyo decía: "-¡Cuidemos el agua, porque en ella viven sueños!"
FIN.