La Aventura de los Meses del Año
Era un día soleado en el pueblo de Calendario, donde los meses del año vivían felices. Cada uno de ellos tenía su propia personalidad y, aunque a veces se peleaban, al final del día eran una gran familia.
Enero, el más joven, siempre estaba lleno de energía y entusiasmo. "¡Vamos a hacer algo divertido!"- gritaba emocionado. Febrero, que era un poco más tranquilo, le respondía. "No seas apurado, Enero. Hay tiempo para todo."
Marzo, que traía la llegada de la primavera, se unió a la conversación. "¿Qué tal si organizamos una gran fiesta?"-
Los meses comenzaron a discutir sobre la mejor época del año para la fiesta. Abril quería que la fiesta fuera en su mes porque le encantaban las lluvias de primavera. "Las flores brotan y todo se llena de color"-, decía emocionado. Mayo, que siempre buscaba ser el centro de atención, no perdía la oportunidad. "Pero en mi mes es el día de la madre, ¡sería una gran celebración!"-
Junio, que conocía el calor del verano, comenzó a quejarse. "¡Pero si la fiesta es en invierno, nadie querrá salir!"-
Así seguían los meses debatiendo sobre dónde y cuándo hacer la fiesta. Al final, después de muchas discusiones, decidieron que lo mejor sería ir a visitar el Bosque de las Estaciones.
"En el bosque siempre hay un lugar especial donde celebran todos juntos"-, sugirió Julio, que siempre sabía de los mejores lugares. Todos estuvieron de acuerdo y pusieron rumbo al bosque, contentos por la nueva aventura.
Cuando llegaron al Bosque de las Estaciones, se dieron cuenta de que el lugar estaba vacío. "¡¿Dónde está todo el mundo? !"- preguntó Septiembre, un poco desilusionado. Justo en ese momento, una pequeña ardilla llamada Zumi apareció. "No se preocupen, ¡la fiesta de las estaciones ocurre una vez al año y se celebró ayer!"-
Los meses se miraron entre sí con gran sorpresa. "¿Qué hicimos? No podemos perder la fiesta!"- exclamó Octubre, horrorizado.
Zumi, viendo su tristeza, tuvo una idea. "¿Por qué no crean su propia fiesta? Cada uno de ustedes puede mostrar lo mejor de su mes, sería muy divertido!"-
Los meses comenzaron a emocionarse nuevamente. Cada uno empezó a proponer ideas para mostrar lo que hacían en sus meses. Enero pensó en una carrera de trineos, Febrero en un concurso de bailes de carnaval, Marzo en una búsqueda del tesoro en el parque lleno de flores, y así sucesivamente.
"¡Lo que necesitamos es un gran escenario!"- dijo Diciembre, que siempre quería compartir la alegría de las fiestas navideñas.
Los meses se unieron para construirlo, cada uno aportando algo especial. Así, se hacían más fuertes y unidos. Una vez terminado, ellos mismos decoraron todo el lugar con coloridos globos y serpentinas.
El día de la fiesta llegó y no podría haber sido mejor. Todos los meses presentaron sus actividades, y la alegría llenaba el aire. Los árboles se iluminaban con luces de colores, y Zumi se encargó de hacer una deliciosa torta de frutos secos, que todos disfrutaron.
Al final del día, los meses sintieron que habían disfrutado de la mejor fiesta de todas. "¿Ven lo que se puede lograr cuando trabajamos juntos?"- dijo Mayo, con una gran sonrisa.
"¡Sí! Y ¡qué gran diversión podemos tener!"- dijo Abril, celebrando con todos. "Cada uno tiene algo especial que aportar!"
Desde ese día, los meses acordaron celebrar su fiesta cada año, pero no solo en el bosque. También decidieron visitar a los días de la semana y compartir con ellos la alegría que habían creado.
Así, los meses aprendieron el valor de trabajar juntos y de compartir con otros. Se entendieron mejor y disfrutaron mucho de lo que cada uno podía ofrecer, forjando un lazo que los unió más que nunca. Y así, la aventura de los meses del año en el pueblo de Calendario se volvió legendaria, inspirando a otros a celebrar sus diferencias y la fuerza del trabajo en equipo.
FIN.