En un pequeño barrio de la ciudad, vivían cinco amigos: Valen, Lupe, Martín, Sofi y Nico.
Ellos eran un grupo inseparable que siempre jugaban en el parque y se contaban historias sobre superhéroes.
Un día, mientras se sentaban bajo un árbol, Sofi dijo:
- "¿Y si nosotros también pudiéramos ser superhéroes?"
- "¡Sí!
Pero, ¿qué necesitamos para eso?" preguntó Martín.
- "¡Comida!
Pero no cualquier comida, necesitamos alimentos saludables que nos den fuerza y energía," explicó Lupe.
Los amigos se miraron, emocionados por la idea.
Decidieron que cada uno traería a la próxima reunión su fruta favorita.
El día llegó y cada uno llevó su mejor elección:
- Valen llevó manzanas.
- Lupe trajo naranjas.
- Martín eligió bananas.
- Sofi trajo fresas.
- Y Nico, fiel a su estilo, llegó con una sandía.
- "¡Miren lo que traje!" exclamó Nico mientras mostraba la enorme sandía.
Los amigos se sentaron en círculo y comenzaron a compartir sus frutas.
Mientras disfrutaban de sus deliciosas meriendas, Sofi sugirió:
- "¿Y si hacemos un cómic sobre nosotros como superhéroes de la alimentación saludable?"
- "¡Eso sería genial!" dijo Martín.
- "Podríamos tener poderes especiales gracias a nuestras frutas," agregó Valen.
Así fue como nació la idea del cómic.
Los amigos se dividieron los roles.
Valen se convirtió en el Capitán Manzana, que podía volar y tenía rayos de energía.
Lupe fue la Heroína Naranja, que daba fuerza a todos a su alrededor.
Martín se transformó en el Banana Guerrero, que podía escalar cualquier montaña con su fuerza.
Sofi se convirtió en la Dama Fresa, con el poder de sanar a sus amigos con dulzura.
Y Nico eligió ser el Príncipe Sandía, que podía crear sombras refrescantes para todos.
Mientras dibujaban, se dieron cuenta de que no solo querían ser héroes, sino que también querían ayudar a otros niños a entender la importancia de comer frutas y verduras para tener mucha más energía y sentirse fuertes.
Entonces, se les ocurrió hacer una gran presentación para el parque del barrio.
Unos días después, prepararon un espectáculo.
Invitaron a todos los vecinos y chicos del barrio a unirse.
Cuando llegó el gran día, estaban nerviosos, pero decididos a mostrar su superpoder:
- "¡Queremos hablar sobre el poder de las frutas y cómo nos ayudan a ser fuertes!" anunció Sofi al tomar el micrófono.
El evento comenzó y sus amigos presentaron su cómic, actuando las historias al mismo tiempo.
Valen volaba (aunque solo en su imaginación), Lupe hacía ejercicios, Martín escalaba un pequeño arbolito, Sofi repartía fresas y Nico tenía a todos riendo con su enorme sandía.
Todos se divertían, pero finalmente llegó el momento importante.
- "Chicos, comer frutas y verduras nos ayuda a ser fuertes y cuidar nuestro cuerpo.
Nos da energía para jugar y hacer todo lo que nos gusta," explicó Lupe de manera convincente.
Los niños en el público comenzaron a interesarse.
- "¡Yo quiero ser como ustedes!" gritó un niño del fondo.
- "¡Yo quiero comer manzanas y ser el Capitán Manzana!" se sumó otro entusiasmado.
Con la energía de los niños creciendo, decidieron organizar un pequeño concurso.
- "¡El que traiga la fruta más rara del mercado gana un premio!" propuso Martín.
Los niños comenzaron a pensar en frutas exóticas que podrían traer.
El evento se llenó de risas y entusiasmo.
Finalmente, el día del concurso llegó y todos presentaron sus frutas.
Había kiwis, maracuyás, e incluso un chico trajo un nance.
- "¡Este es el mejor concurso de frutas que vi!" comentó una madre.
El pequeño evento no solo se convirtió en una fiesta de frutas, sino que también enseñó a todos los niños sobre la alimentación saludable de manera divertida.
Los cinco amigos, gracias a su iniciativa, aprendieron que cada uno tenía un superhéroe dentro y que podían motivar a otros a vivir de una manera más saludable.
Desde ese día, el barrio se llenó de niños disfrutando de frutas y jugando en el parque, llenos de energía.
- "¡Ser saludable es la mejor aventura!" dijo Nico mientras disfrutaba de su sandía.
- "¡Sí!
Y todos podemos ser superhéroes de la alimentación saludable!" exclamó Valen.
Y así, la historia de los Mini Superhéroes Saludables se convirtió en una leyenda en el barrio, enseñando a cada niño la importancia de comer frutas para ser fuertes y felices en su día a día.