La Aventura de los Niños Responsables



En un pequeño pueblo llamado Arcoíris, había un grupo de niños muy traviesos que pasaban la mayoría de sus días jugando en el parque. Su principal diversión era ignorar a los adultos que, con buenas intenciones, les daban consejos para ser más responsables.

Un día, la abuela Clara, conocida por sus sabias palabras, convocó a todos los niños del barrio. Les dijo:

"Queridos niños, he decidido hacer un experimento. Quiero que sigan mis consejos durante una semana. Si lo logran, al final habrá una sorpresa para ustedes."

Los niños, intrigados pero escépticos, se miraron entre sí.

"¿Qué tipo de sorpresa?" preguntó Tomás, el más curioso del grupo.

"¡Es un secreto! Pero les prometo que será algo increíble. ¿Aceptan el desafío?" respondió la abuela Clara, sonriendo.

Los niños, llenos de emoción y un poco de competencia, aceptaron el reto. Cada uno se comprometió a seguir al menos tres consejos de la abuela:

1. Ayudar a sus padres en casa.

2. No dejar la basura en el parque.

3. Ser amables y respetuosos con los mayores.

Así, comenzaron su aventura. El primero en ponerlo en práctica fue Lucas, quien decidió ayudar a su mamá a cocinar.

"Mirá, mamá, ¡te ayudo a preparar la ensalada!" dijo el pequeño, sintiéndose orgulloso.

Al ver el esfuerzo de su hijo, su mamá sonrió y le dijo:

"¡Qué bien, Lucas! Gracias por tu ayuda. Estos momentos son muy importantes para mí."

Por otro lado, Valentina se encontró con un montón de papeles en el suelo del parque. Aunque le dio pereza recogerlos, recordó lo que dijo la abuela Clara. Se acercó a sus amigos y les dijo:

"Chicos, deberíamos limpiar esto. ¿Me ayudan?"

Todos la miraron sorprendidos, pero decidieron seguirla.

Así fue como pasaron los días, y los niños dejaron de hacer travesuras para seguir el plan. Cada mañana se despertaban con entusiasmo, deseosos de poner en práctica los consejos de la abuela. Antes de darse cuenta, se sentían felices y orgullosos de lo que estaban logrando.

Una tarde, mientras jugaban en el parque, la abuela Clara apareció con una gran caja que tenía un brillo especial. Los niños corrieron hacia ella.

"¡La sorpresa! La sorpresa!" gritaron al unísono.

"Chicos, como han hecho un gran trabajo esta semana, han demostrado ser responsables y amables. Ahora les presentaré la sorpresa", dijo la abuela, abriendo la caja.

Los niños quedaron asombrados al ver que dentro había un montón de libros de aventuras, juegos de mesa y materiales para hacer manualidades.

"¡Guau! Esto es increíble, abuela. ¡Nos encanta!" exclamó Sofía, la más pequeña del grupo.

"Este es su regalo por haber seguido mis consejos, pero hay una lección más. Ser responsable y ayudar a los demás no solo trae recompensas materiales, también convierte a nuestras vidas en una aventura maravillosa. Cuando cuidamos de nuestro entorno y de las personas que amamos, todos ganamos."

Los niños miraron alrededor y se dieron cuenta de que su semana había sido diferente. Habían reído, trabajado juntos y disfrutado el tiempo con sus familias. En ese momento, Tomás dijo:

"Creo que deberíamos seguir así, incluso sin las sorpresas."

Y todos, con grandes sonrisas, dieron un fuerte aplauso a la abuela Clara por su sabiduría.

Así, en Arcoíris, no solo ganaron una gran caja de sorpresas, sino también el deseo de ser niños responsables, amables y generosos, convirtiendo su pequeño rincón del mundo en un lugar aún más hermoso.

FIN.

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