La Aventura de los Números con Lila y Toto



Había una vez, en un bosque lleno de árboles altos y flores brillantes, vivían dos grandes amigos: Lila, una linda ardilla de pelaje suave, y Toto, un alegre conejo de orejas larguísimas. Un día soleado, decidieron hacer una aventura por el bosque, pero había un pequeño problema. ¡Lila quería contar cuántos amigos encontrarían!"Vamos a contar cuántos amigos encontramos en el camino, Toto" - dijo Lila, entusiasmada.

"¡Sí! Me encanta contar. Empecemos ya!" - respondió Toto saltando de emoción.

Así que se adentraron en el bosque. En el primer claro, vieron a una tortuga que caminaba lentamente.

"¡Uno!" - gritó Lila.

"¡Una tortuga, esto es divertido!" - dijo Toto. Siguieron su camino y vieron a un grupo de tres pájaros cantores.

"¡Dos y tres son cinco!" - contaron juntos.

"Sí, ¡cinco amigos!" - celebró Lila.

Luego, al cruzar un arroyo, escucharon un sonido. Al acercarse, encontraron a cinco rana que habían organizado una competencia de saltos.

"¡Uno, dos, tres, cuatro, cinco!" - contaron.

"Increíble, ya tenemos diez amigos, Lila," - gritó Toto emocionado.

Continuaron su aventura cuando de repente, Lila vio algo brillante. Era un árbol mágico lleno de deliciosas frutas.

"¡Guau! Contemos cuántas hay" - dijo Lila.

"¡Claro!" - respondió Toto, y comenzaron a contar:

"Una fruta roja, dos frutas amarillas, tres frutas verdes, cuatro frutas moradas y cinco frutas naranjas!"

"¡Qué montón!" - exclamó Toto. "¡Siete frutas en total!"

Cuando quisieron agarrarlas, un divertido viento sopló, y las frutas comenzaron a caer por todas partes. Los dos amigos empezaron a reír mientras intentaban contar las frutas, pero era un lío total porque cada vez que recogían una, otra caía.

"¡Ay! ¡No puedo seguir!" - dijo Toto, riéndose.

"¡Me encanta esto!" - contestó Lila.

Al final del día, Lila y Toto habían encontrado siete amigos, diez ranas, y muchas frutas.

"¿Qué aprendimos hoy?" - preguntó Lila al mirar a Toto mientras regresaban a casa.

"Que contar es muy divertido y que siempre hay sorpresas en el camino" - respondió Toto.

Y así, al llegar a casa, Lila y Toto sonrieron, sabiendo que juntos, ¡podían contar y descubrir el mundo divertido que los rodeaba! Y colorín colorado, ¡el contar no ha terminado!

Moraleja: Contar es una aventura que se disfruta más con amigos.

FIN.

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