La Aventura de los Números Mágicos
Había una vez en un mundo lleno de colores y formas, tres números mágicos: 0, 1 y 2, que vivían en el Valle de los Vectores. Cada número tenía un poder especial y disfrutaban usando sus habilidades en aventuras y juegos.
Un día, mientras exploraban las colinas de su valle, se encontraron con un pequeño vector llamado AB, que siempre había soñado con ser más grande y fuerte. Le contó a los números sobre su deseo:
"Llevo mucho tiempo sintiéndome pequeño y quiero ser un vector grande y fuerte como los otros. ¡Ayúdenme!"
El número 0, que siempre tenía una respuesta lista, dijo:
"Yo puedo hacer algo por ti, AB. Si aplico mi poder, te convertiré en nulo y ya no existirás..."
"¡No, no!" interrumpió AB, asustado. "No quiero desaparecer. ¡Quiero ser grande!"
El número 1, que era muy perezoso, se cruzó de brazos y comentó:
"Bueno, AB, si te dejo como estás, seguirás siendo pequeño, ¿no? No voy a ayudarte mucho..."
AB suspiró, sintiéndose aún más desanimado. Pero el número 2, que siempre estaba dispuesto a ayudar, se iluminó con una idea:
"¡Yo tengo un plan! Si aplico mi poder contigo, te duplicaré. ¡Podrás crecer y volverte más fuerte!"
AB miró esperanzado a 2 y le pidió que lo hiciera. Con una sonrisa, el número 2 se acercó y, con un toque mágico, duplicó a AB. En un instante, apareció un nuevo vector: el 2AB.
"¡Guau! ¡Soy más grande!" exclamó AB, sintiéndose emocionado. Pero, de repente, se dio cuenta de que aún no había alcanzado su sueño de ser fuerte. Se volvió hacia el número 2.
"Esto es genial, pero quiero ser aún más grande. ¿Puedo crecer otra vez?"
El número 2 estuvo de acuerdo y, tras otro toque mágico, duplicó a AB nuevamente. Ahora había un 4AB en el mundo.
"¡Soy enorme!" gritó AB, sintiéndose más fuerte que nunca. Pero pronto se dio cuenta de que, aunque era grande, seguía siendo un vector. Miró hacia el cielo y se dio cuenta de que la verdadera fuerza venía de la amistad.
"Gracias, número 2. Pero, ¿será que puedo ser libre y explorar el mundo como un vector?"
El número 0, que había estado observando todo, decidió participar nuevamente.
"Si dejas de depender de los números y te mueves tú mismo, eso te hará libre, AB. Solo tú puedes decidir tu camino."
El número 1 agregó, algo perezosamente:
"Y si decides que estarás bien así, será tu decisión, AB. La pereza también es una elección."
AB sintió en su interior el peso de sus elecciones y, aunque los números lo ayudaron a ser grande, se dio cuenta de que ser valiente era mucho más importante que simplemente ser fuerte.
Entonces, decidió correr por el Valle de los Vectores, ¡y no solo eso! Se unió a otros vectores en su viaje, compartiendo la alegría de crecer y explorando nuevas aventuras juntos. Y así, el pequeño vector AB aprendió que, aunque podía ser titánico en tamaño, lo que realmente lo hacía grande era su amor y compromiso por ayudar a los demás.
Al final del día, los números mágicos se reunieron para celebrar.
"¡Brindemos por AB y su decisión de ser valiente!" dijo el número 2.
"¡Por la amistad y la libre elección!" exclamó el número 1, que a pesar de su pereza, había encontrado alegría en el camino.
Y el número 0 solo sonrió, feliz de haber ayudado a AB a descubrir su verdadero poder: el poder de un corazón valiente. Desde ese día, AB nunca se sintió solo ni pequeño, porque sabía que tenía a sus amigos a su lado, listos para enfrentar cualquier aventura.
Así, cada vez que un nuevo vector llegaba al valle, AB les enseñaba sobre la fuerza de las decisiones y el valor de la amistad, iluminando el Valle de los Vectores con su nueva sabiduría.
FIN.