La Aventura de los Objetos mágicos
Una tarde soleada en un pequeño departamento, cuatro objetos muy especiales, una lámpara mágica, un ventilador volador, una foto encantada y un televisor parlante, se reunieron a conversar.
"¿Qué creen que pasaría si un niño muy especial nos descubriera?" -preguntó la Lámpara, brillando con curiosidad.
"¡Sería increíble!" -exclamó el Ventilador, que se movía de un lado a otro como si estuviera emocionado.
"¡Imagínense las aventuras que podríamos vivir!" -dijo la Foto mientras mostraba una imagen colorida de un campo lleno de flores.
"Pero, ¿son todos los niños aventureros?" -inquirió el Televisor, reflejando una película de héroes que estaba a punto de terminar.
Unos días después, un niño llamado Lucas estaba paseando por su departamento gris y aburrido. Sin querer, tropezó con la Lámpara, la que destelló de felicidad.
"¡Hola, Lucas!" -dijo la Lámpara.
Lucas, sorprendido, retrocedió un paso. "¿Quién habló?"
La Lámpara se encendió más intensamente. "Soy yo, la Lámpara. ¿Te gustaría que te contemos historias mágicas y sorprendentes?"
Lucas quedó tan asombrado que se quedó parado en un rincón. "No sé... ¿pueden contarme una historia de verdad?"
"Claro que sí!" -dijo el Ventilador. "Yo puedo hacer que sientas el viento de los lugares que visitemos."
La Foto agregó: "Puedo llevarte a un campo de flores donde podremos jugar."
Y el Televisor concluyó: "Yo te mostraré las historias más divertidas del mundo."
Lucas, con una chispa de curiosidad encendida en su corazón, decidió unirse a ellos. "Está bien. ¿Dónde empezamos?"
"Agarra de la Lámpara, y vamos a contar una historia sobre un bosque encantado," -sugirió el Ventilador.
Entonces, Lucas tocó la Lámpara y, de repente, una luz brillante lo envolvió. En un instante, el departamento se transformó en un hermoso bosque lleno de árboles altos y flores de colores vibrantes.
"¡Increíble!" -gritó Lucas, corriendo entre los árboles.
La Foto hizo una mueca y se replicó en el paisaje. "Mira, Lucas, soy yo en el bosque", -le dijo, mostrando una imagen maravillosa de un campo florido.
Lucas quedó maravillado. "¡Esto es mágico!"
Pero, de pronto, un viento fuerte comenzó a soplar.
"¡Ayuda!" -gritó la Foto, deslizándose por el aire.
"¡Déjenme ayudar!" -dijo el Ventilador volando con fuerza, tratando de alcanzar a la Foto.
"¡No te vayas!" -gritó Lucas, preocupado por su nueva amiga.
En un momento decisivo, la Lámpara brilló intensamente y con su luz, logró estabilizar a la Foto.
"¡Estamos juntos otra vez!" -exclamó el Televisor desde una pequeña nube, que aparecía en el cielo. "Veamos esto como una película increíble. ¡No hay nada que temer!"
"¡Sí!" -dijo Lucas, decidido a no dejar que nada los detuviera.
Fue así que, con la ayuda del Ventilador, la Lámpara, la Foto y el Televisor, Lucas aprendió a afrontar sus miedos y a trabajar en equipo. No solo se divirtieron explorando el bosque, sino que también ayudaron a otros seres del lugar cuando se enfrentaban a problemas.
Cuando finalmente regresaron al departamento, Lucas se sintió diferente.
"Gracias, amigos. Nunca pensé que los objetos inanimados pudieran ser tan especiales" -dijo mientras miraba alrededor con gratitud.
"La aventura no depende de la forma, sino del corazón" -dijo la Lámpara.
"¡Siempre estaremos contigo, Lucas!" -gritaron los otros en un coro armonioso, con promesa de muchas más aventuras por venir.
FIN.