La Aventura de los Sueños en IUE



Érase una vez en Envigado, una pequeña ciudad llena de sueños. En 1995, justo cuando el sol brillaba con más fuerza, un grupo de sabios decidió abrir las puertas de la Institución Universitaria de Envigado, conocida como IUE. Con un gran espíritu de inclusión y formación integral, se prepararon para ayudar a todos los niños y jóvenes a alcanzar sus metas.

Un día, un grupo de amigos, Clara, Tomás y Sofía, se reunieron en el parque para discutir sus sueños.

"¿Qué quieres ser cuando seas grande, Clara?" - preguntó Tomás, con curiosidad.

"¡Quiero ser ingeniera! Hay tanto que aprender sobre cómo construir cosas increíbles" - respondió Clara, sus ojos brillando de emoción.

"Yo quiero ser artista, como los que pintan murales en la ciudad" - dijo Sofía, moviendo sus manos con gracia. "Quiero que mis obras inspiren a otros".

"Yo quiero aprender sobre la naturaleza y proteger el medio ambiente" - agregó Tomás con voz seria, mientras miraba hacia el cielo.

Un día, mientras exploraban, encontraron un libro viejo en una biblioteca escondida. El libro hablaba de la IUE y sus años de historia. Los tres amigos se asombraron al leer sobre cómo la IUE empezó en 1995 y cómo había crecido desde entonces, ayudando a tantos estudiantes a cumplir sus sueños.

"¡Eso es!" - exclamó Clara "Podemos ir a la IUE y aprender más sobre nuestros sueños".

"Sí, vamos mañana mismo" - dijo Tomás, animando a sus amigos a dejarse llevar por la emoción.

Al día siguiente, los tres amigos se pusieron sus mejores ropas y se dirigieron hacia la IUE. Al llegar, se sorprendieron con el hermoso campus lleno de colores, risas y estudiantes dedicados. Decidieron entrar.

"¡Hola! ¿Podemos saber más sobre lo que hacen aquí?" - preguntó Sofía a un amable profesor que estaban ahí.

"¡Claro! Aquí promovemos la enseñanza, la investigación y la extensión. Queremos que todos los estudiantes se sientan parte de nuestra comunidad y puedan lograr sus sueños" - explicó el profesor.

"¡Suena perfecto!" - dijo Clara "¿Pero cómo podemos inscribirnos?".

Con cada respuesta, sus corazones palpitaban de emoción. A medida que conocían la historia de la universidad, aprendieron sobre cómo desde su creación, la IUE se había esforzado por ser un lugar de inclusión para todos, sin importar de dónde vinieran.

"Hay un montón de programas académicos" - manualizó Tomás mientras leía un folleto. "Podemos estudiar lo que amamos".

Pero justo en ese momento, el cielo se oscureció repentinamente y empezó a llover muy fuerte. Los tres amigos corrieron a un edificio cercano, donde encontraron un salón lleno de estudiantes preparándose para una gran investigación.

"¿Qué está pasando?" - dijo Sofía asustada.

"No se preocupen, la lluvia simplemente es una prueba para ver cuán fuertes somos y cómo podemos trabajar juntos" - les dijo una joven científica que los animó a unirse a su equipo.

A medida que pasaba la tormenta, los amigos empezaron a trabajar en un experimento sobre la energía del agua. Aprendieron que la IUE no solo enseñaba, sino que también promovía la colaboración y la solución de problemas en equipo.

Después de horas de trabajo y risas, la tormenta pasó y el sol volvió a brillar. Claro y Tomás estaban llenos de ideas y deseos de volver a trabajar en la IUE.

"¡Esto fue genial!" - exclamó Clara. "Nunca pensé que aprender podría ser tan divertido".

"Todo es posible si estamos juntos y nos apoyamos" - agregó Tomás con una gran sonrisa.

Finalmente, decidieron que al día siguiente regresarían para inscribirse en sus programas favoritos. Con nuevos sueños y más amigos, volvieron a casa sintiendo que habían encontrado su lugar en el mundo.

Desde aquel día, los tres amigos visitaron la IUE todos los días. Se convirtieron en grandes talentos en sus respectivas áreas y aprendieron que los sueños, por más grandes que sean, se pueden hacer realidad con esfuerzo, colaboración y un poco de magia que solo se encuentra en una comunidad inclusiva como la IUE.

Y así, en la pequeña ciudad de Envigado, los sueños seguían creciendo, como los rayos del sol que acompañan cada nuevo amanecer.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!