La Aventura de los Tres Amigos



Había una vez en un colorido bosque, tres amigos inseparables: Lila la mariposa, Tito el tucán y Roco el rinoceronte. Un día, Lila propuso una aventura.

"¡Chicos! ¿Por qué no salimos a contar cosas en el bosque?" dijo Lila volando de un lado a otro.

"¡Sí! ¡Me encanta contar!" exclamó Tito, agitando sus alas.

"¡Yo también!" rugió Roco.

Los tres amigos decidieron que primero contarían las flores del bosque. Se pusieron a buscar y Lila fue la más veloz.

"¡Miren, hay una, dos, tres, cuatro…!" dijo Lila, revoloteando encima de las flores.

Tito, que podía volar más alto, empezó a contar desde el aire.

"¡Cinco, seis, siete!" gritó Tito entusiasmado al ver algunas más.

Roco, un poquito más lento pero muy observador, también se unió a la cuenta.

"¡Ocho y nueve!" dijo Roco, y así, contaron diez flores hermosas.

Luego, decidieron contar los árboles. Tito se subió a la rama más alta con un poco de esfuerzo.

"Uno, dos, tres... ¡Miren cuántos árboles hay!" gritó Tito, mientras señalaba. Lila y Roco apuntaron también.

"Yo cuento los que hay más cerca," dijo Lila.

"Y yo conté los más grandes," añadió Roco, sonriente, mientras todos reían y se maravillaban.

La aventura siguió, y la próxima parada fueron las nubes. Miraron hacia el cielo.

"¡Esa nube tiene forma de pato!" dijo Lila, emocionada.

"Y esa otra se parece a un dinosaurio," agregó Tito.

"Yo veo una nube en forma de sombrero," comentó Roco, haciendo reír a sus amigos.

Los tres amigos empezaron a contar las nubes divertidas:

"Uno, dos, tres... y cuatro!" contaron juntos, disfrutando del cielo azul.

Ya cansados de contar, decidieron descansar bajo un gran árbol. Mientras se acomodaban, escucharon un sonido curioso.

"¿Qué fue eso?" preguntó Lila, asombrada.

Curiosos, se acercaron al sonido, y encontraron un pequeño grupo de ranas. Estaban saltando y cantando en un charco.

"¡Contemos cuántas ranas hay!" propuso Roco.

"¡Sí!" gritaron Lila y Tito. Juntos empezaron a contar:

"Uno, dos, tres y cuatro, ¡hay cuatro ranas!" dijeron todos al unísono mientras reían.

De repente, una rana muy grande se acercó emocionada.

"¡Hola, amigos! Soy Rita la rana. ¿Pueden ayudarme a contar mis amigos?"

Los tres amigos aceptaron encantados y comenzaron a contar:

"¡Cinco!" dijo Lila.

"¡Seis!" añadió Tito.

"¡Siete!" gritó Roco.

"¡Guau! ¡Tengo siete amigos! Gracias por ayudarme a contar", dijo Rita, feliz.

Los amigos continuaron contando cosas durante el día: pájaros, hojas, y hasta mariposas danzando en el aire. Cada vez que contaban juntos, se sentían más contentos.

Finalmente, se despidieron de Rita y regresaron a casa.

"Hoy fue un gran día de contar cosas," dijo Lila, aún llena de energía.

"¡Sí! Contar es muy divertido!" respondió Tito, volando alegremente.

"¡También aprendí que contar es mejor cuando estamos juntos!" concluyó Roco.

Y así, Lila, Tito y Roco se fueron a sus casas, listos para seguir contando y disfrutando de nuevas aventuras.

Y tú, ¿cuántas cosas puedes contar hoy?

FIN.

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