La Aventura de Lucas y la Dama de Luz
Había una vez un niño llamado Lucas que vivía en un pequeño pueblo argentino. Lucas era un apasionado de la tecnología y pasaba horas navegando por Internet. Sus padres siempre le decían: - Lucas, es importante que descanses bien por la noche, así estarás más atento en la escuela y tendrás energía para jugar con tus amigos. Pero Lucas, entusiasmado por descubrir todo lo que había en la red, apenas escuchaba las advertencias de sus padres.
Una noche, mientras estaba en su computadora, algo mágico ocurrió. La pantalla comenzó a brillar intensamente y de repente, una figura hermosa apareció. Era la Dama de Luz, una criatura mágica que vivía en el mundo digital. La Dama de Luz le dijo: - Hola, Lucas. He estado observándote. Tu curiosidad es admirable, pero también veo que no estás durmiendo bien.
- ¡Hola! – dijo Lucas, sorprendido – Pero hay tantas cosas que descubrir en Internet, no quiero perderme de nada.
- Entiendo tu entusiasmo – respondió la Dama de Luz – pero cada vez que te desvelas, dejas escapar la oportunidad de vivir aventuras en el mundo real, el que te rodea. Si no descansas, no podrás disfrutar de la vida como mereces.
Lucas pensó en lo que la Dama de Luz decía. - ¿Cómo puedo ser parte de dos mundos?
- Te haré una propuesta – dijo la Dama de Luz, con una sonrisa en su rostro – Acompáñame en una pequeña aventura y cuando regreses, entenderás mejor la importancia del descanso.
Sin dudarlo, Lucas aceptó. En un abrir y cerrar de ojos, se encontró dentro de una increíble aventura digital. Volaron sobre montañas de datos, cruzaron ríos de información y conocieron a personajes fascinantes que habitaban el ciberespacio.
Sin embargo, a medida que avanzaban, Lucas comenzó a sentir que se cansaba. La Dama de Luz se dio cuenta y le dijo: - La aventura es increíble, pero tu cuerpo necesita descansar. Si no descansas, los colores de este mundo comenzarán a desvanecerse.
- Pero no quiero que se acabe esta aventura – dijo Lucas, sintiéndose angustiado.
- Hay un tiempo para aprender y un tiempo para descansar – explicó la Dama de Luz – Si no recuperas tu energía, no podrás disfrutar plenamente de este mundo ni de tus amigos en el real. Así es como funcionan las cosas.
En ese momento, Lucas miró a su alrededor y vio cómo los colores realmente comenzaban a desvanecerse. Entonces, decidió escuchar a la Dama de Luz. - De acuerdo, regresaremos, pero me haré promesas.
- ¿Qué promesas? – preguntó la Dama de Luz, curiosa.
- Prometo irme a dormir más temprano y dedicar tiempo a jugar y aprender en el mundo real. Así podré tener más energía para disfrutar de ambas aventuras.
La Dama de Luz sonrió y dijo: - Valiente decisión, Lucas. Y recuerda, siempre habrá tiempo para explorar, pero el descanso es el mejor aliado para las grandes ideas.
Finalmente, Lucas despertó en su habitación. Podía recordar todo lo que había vivido en su aventura. Desde ese día, en lugar de pasar horas frente a la computadora, decidió organizar su tiempo. Estableció un horario para sus actividades. Cada noche, se iba a la cama a una hora razonable, se despertaba fresco para la escuela y tenía más tiempo para jugar con sus amigos al aire libre.
Con cada día que pasaba, Lucas se sentía más feliz y lleno de energía. Ya no solo disfrutaba de las maravillas de Internet, sino que también descubrió el placer de correr, saltar y reír con sus amigos.
Lucas había aprendido que, aunque Internet es un mundo fascinante lleno de sorpresas, el mundo real tiene su propia magia, y descansar es fundamental para disfrutar de ambas aventuras. ¡Y todo eso gracias a la Dama de Luz!
FIN.