La Aventura de Lucas y sus Amigos contra el Ciberbullying



Era un día soleado en la ciudad de Buenos Aires, cuando Lucas, un niño de diez años, decidió salir a jugar al parque con sus amigos: Valen, Sofi y Tobi. Todos estaban emocionados, pero Lucas, que acababa de recibir un nuevo teléfono móvil, no podía dejar de pensar en mostrarles su nueva aplicación de juegos.

"¡Chicos! ¿Quieren ver la nueva app? Es súper divertida", dijo Lucas, mientras abría su celular.

Los amigos se acercaron emocionados y comenzaron a jugar juntos. Sin embargo, al entrar en el juego, Lucas recibió un mensaje extraño.

"¡Mirá a Lucas, qué pobre! No tiene nada interesante que hacer", decía el mensaje, y tenía un montón de reacciones negativas.

Valen se dio cuenta de inmediato.

"Eso no está bien, Lucas. ¿Sabés quién lo escribió?"

"No, no tengo idea..." respondió Lucas, un poco apenado.

Sofi se cruzó de brazos, preocupada.

"Deberías hablar con alguien, Lucas. Esto no es un juego."

Lucas se sintió angustiado, pero decidió ignorarlo por un rato. Sin embargo, los mensajes no se detuvieron. Cuanto más jugaba, más críticas y burlas recibía. Tras una semana, Lucas se sentía triste y desanimado.

Un día, decidió hablar con su mamá.

"Mamá, me están molestando en el juego, pero no entiendo por qué", le confesó.

Su mamá lo abrazó y le dijo:

"Escuchame, Lucas. No tenés que permitir que esas palabras te afecten. La gente a veces no se da cuenta del daño que hace detrás de una pantalla. Lo importante es que lo hables, no te quedes con eso adentro."

Con el apoyo de su mamá, Lucas decidió no rendirse. Al día siguiente, organizó una reunión con sus amigos del parque.

"Chicos, creo que tenemos que hacer algo contra el bullying en línea. Tenemos que ayudar a los que les pasa lo mismo que a mí", propuso Lucas.

Tobi, siempre enérgico, exclamó:

"¡Sí! ¡Podemos crear un video para concientizar!"

Sofi pensó por un instante.

"Y también podríamos hacer carteles y repartirlos por la escuela. ¡Así más chicos se van a dar cuenta!"

Todos estuvieron de acuerdo. Pasaron una semana trabajando juntos, y finalmente, el día de la presentación llegó. Con una pequeña cámara, grabaron su mensaje:

"¡Hola, chicos! Somos Lucas, Sofi, Valen y Tobi, y queremos hablarles sobre el ciberbullying. No está bien hacer sentir mal a los demás por comentarios hirientes. ¡Todos merecemos un trato respetuoso!"

Presentaron el video en la escuela y se fueron todos aplaudidos. Disfrutaron de la experiencia y decidieron hacer un evento abierto para sensibilizar a más niños y adolescentes.

La sorpresa llegó al final del evento, cuando se presentó un niño que se vio afectado por el mismo problema que Lucas. Se acercó a él y dijo:

"Soy Santy. Gracias por hablar. Me sentía solo porque los chicos me decían cosas feas, pero ahora sé que no estoy solo en esto."

Lucas sonrió y le respondió:

"No estás solo, nunca lo estarás. Estamos todos juntos en esto."

Con el tiempo, más y más chicos se unieron a la causa. Crearon una campaña en redes sociales llamada "Hoy elijo ser amable". Desde ahí, todos empezaron a difundir mensajes positivos y a apoyar a quienes lo necesitaban. Lucas aprendió cómo lidiar con el dolor del ciberbullying y se convirtió en un defensor del respeto y la amabilidad en línea.

Así, en lugar de dejarse vencer, con valentía y unión, Lucas y sus amigos cambiaron la historia de muchos, convirtiendo el dolor en una fuerza para ayudar a otros. Y lo más importante, todos aprendieron que, aunque el mundo virtual puede ser un lugar complicado, siempre hay lugar para la amistad y el apoyo mutuo. Desde aquel momento, el parque se llenó de risas y buenos momentos, donde el ciberbullying no tenía cabida.

FIN.

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