La Aventura de Luna y el Fantasma del Puente



En un pequeño pueblo rodeado de bosques verdes y ríos brillantes, vivía una niña llamada Luna. Tenía el pelo rizado y una sonrisa que iluminaba incluso los días más nublados. Luna amaba explorar, y su lugar favorito era un antiguo puente de madera que cruzaba un arroyo, donde solía ir a recoger manzanas de un árbol cercano.

Un día, mientras Luna estaba en el puente disfrutando del sol y las manzanas crujientes, escuchó un susurro suave.

"¡Hola!"

Luna se dio vuelta, y se sorprendió al ver a un pequeño fantasma. Tenía una apariencia juguetona, con una cara redonda y una bufanda de colores brillantes.

"¿Quién sos?" - preguntó Luna, con una mezcla de curiosidad y emoción.

"Soy Gaby, el fantasma del puente. Llevo aquí mucho tiempo, pero no te preocupes, no soy un fantasma aterrador. Me gusta hacer amigos y compartir historias."

Luna sonrió, aliviada. "¿Qué tipo de historias contás?"

Gaby brillante con una sonrisa. "Cuentos sobre el bosque, sueños y aventuras. Pero hoy, tengo una misión. ¿Te gustaría ayudarme?"

Intrigada, Luna asintió. "Claro, ¿qué necesitas?"

Gaby explicó que había un misterioso rayo de luz que aparecía en el bosque solo durante la luna llena. Se decía que era un portal que conectaba mundos mágicos, y Gaby quería mostrarle a Luna ese espectáculo.

"Pero, necesitamos más manzanas. Dicen que las manzanas del árbol del puente dan energía a la luz."

Luna se aventuró a recolectar manzanas del árbol. Mientras llenaba su cesta, escuchó ruidos extraños en el bosque. Con curiosidad, le preguntó a Gaby.

"¿Qué es ese ruido?"

"Son las hadas. A veces se asustan de los humanos, pero pueden ser muy amables. ¡Intentá hablarles!"

Luna decidió intentarlo. Se acercó al ruido y gritó con valentía. "¡Hola! Soy Luna, vengo en paz."

Las hadas, sorprendidas, aparecieron de entre los arbustos. Era un hermoso grupo de criaturas brillantes. La líder, una hada con alas de arcoíris, respondió. "¡Hola, Luna! Nos alegra conocerte. Estamos buscando ayuda para rescatar a nuestra amiga que se perdió cerca del río."

Luna, con la ayuda de Gaby, se ofreció a ayudar. Comenzaron una búsqueda, siguiendo pistas y dejando caer manzanas para atraer a la hada perdida. Con cada paso, Gaby contaba historias sobre la amistad y el valor.

Después de mucho buscar, encontraron a la pequeña hada atrapada entre unas ramas.

"¡Gracias a todos!" - exclamó la hada, liberándose. "Si no fuera por ustedes, estaría aquí toda la noche."

Las hadas estaban tan agradecidas que decidieron recompensar a Luna y Gaby. "Esta es una poción especial que revela caminos ocultos en la luna llena. ¡Usen esto para ver el rayo de luz!"

Luna tomó la poción y, justo cuando la luna llena comenzó a brillar, sintió una energía en el aire. Gaby flotó hacia el puente, lleno de emoción. "¡Vamos, Luna! ¡Es hora de ver la magia!"

Los dos amigos corrieron hacia el bosque, guiados por la luz brillante. Cuando llegaron a un claro, estaban impactados. Un torbellino de luces danzaba en el aire, revelando un arco iris mágico que llevaba a un mundo lleno de criaturas fantásticas.

"Es hermoso, Gaby. Nunca había visto algo así."

Gaby sonrió. "Todo esto es posible gracias a la amistad, la colaboración y tu valentía. Sin tu ayuda, ni las hadas ni yo habríamos podido disfrutar de esto."

Luna entendió que, a veces, los mayores tesoros se encuentran en la intervención y la ayuda mutua. Prometió a Gaby que siempre volverían a este lugar mágico y que nunca olvidaría la importancia de ser valiente y amable.

La luna se se ocultó, pero Luna regresó a casa con un corazón lleno de felicidad y un nuevo amigo que había conocido en una inesperada aventura. Desde entonces, cada luna llena, Luna lleva manzanas al puente, esperando nuevas historias por contar, sabiendo que la magia está en cada rincón de amistad que cultivemos.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1