La aventura de Martina y el árbol mágico
Martina era una niña curiosa y valiente que vivía en un pequeño pueblo rodeado de bosques. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un árbol mágico.
El árbol le habló y le dijo que guardaba un gran tesoro en lo más alto de sus ramas, pero que para llegar hasta allí, debía superar tres desafíos. Martina, emocionada, aceptó el desafío y se dispuso a cumplir las pruebas.
"Primero, deberás hacer reír a la triste ardilla que vive en mi copa más alta", le dijo el árbol. Martina recordó que siempre hacía reír a sus amigos contándoles chistes, así que se puso manos a la obra y logró sacarle una risa a la ardilla.
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El segundo desafío era convencer a las aves parlanchinas que anidaban en sus ramas de cantar una canción de paz y armonía. Martina, con su dulce voz, les cantó una melodía que las conmovió y logró su cometido.
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Por último, el árbol le pidió que plantara una nueva semilla en sus raíces para que creciera un nuevo árbol. Martina buscó en su mochila y encontró una semilla que había guardado. La plantó con mucho cuidado y amor.
Al instante, el árbol mágico brilló con una luz deslumbrante y le concedió a Martina el tesoro que guardaba: una fruta dorada que proporcionaba conocimiento y sabiduría.
Martina, emocionada y agradecida, regresó al pueblo con su tesoro y se convirtió en la niña más sabia y admirada de todos. Desde ese día, cuidó de los árboles y recordó la importancia de la amistad, la música y el cuidado de la naturaleza.
FIN.