La Aventura de Merceditas en Yapeyú



Era una brillante mañana en Yapeyú. Los rayos del sol iluminaban las calles adoquinadas del pequeño pueblo. En una casita de colores, merceditas, una niña curiosa y valiente, se despertaba lista para una nueva aventura. Merceditas soñaba con ser heroína y ayudar a su pueblo en su lucha por la independencia, pero nadie la tomaba en serio debido a su corta edad.

"¿Por qué no puedo salir a ayudar?" - le decía Merceditas a su mamá.

"Querida, eres muy pequeña para las batallas. Aquí hay cosas que puedes hacer, como cuidar de la casa y ayudar a tu papá en el campo" - respondía su mamá con dulzura.

Un día, mientras estaba en el río recogiendo flores, escuchó un murmullo entre los árboles. Se acercó sigilosamente y vio a un grupo de hombres conversando en voz baja.

"Si no logramos reunir aliados, nuestra lucha por la independencia se hará más difícil" - decía uno de ellos con preocupación.

Merceditas sintió que su corazón latía fuertemente. No podía quedarse quieta. No deseaba que su pueblo sufriera. Así que decidió intervenir.

"¡Hola! Soy Merceditas y quiero ayudar en la lucha. Aunque soy pequeña, sé hacer muchas cosas. Puedo recolectar comida o espiar al enemigo" - exclamó con decisión.

Los hombres se miraron entre sí, sorprendidos.

"¿Tú? Pero eres solo una niña" - dijo uno de ellos.

Pero Merceditas no se rendiría tan fácilmente. Se acercó a ellos, llena de determinación.

"¡No soy solo una niña! Puedo ser valiente y astuta. ¡Déjenme ayudarles!" - insistió Merceditas, apoyando sus manos en sus caderas con firmeza.

Finalmente, uno de los hombres, un capitán llamado Juan, decidió darle una oportunidad.

"Está bien, Merceditas. Si realmente quieres ayudar, necesitas ser muy astuta y sigilosa. Tendrás que demostrar que puedes ser útil para nosotros" - dijo Juan con una sonrisa.

Merceditas se sintió llena de orgullo. A partir de ese momento, se unió al grupo y empezó a trabajar. Primero comenzó a recolectar alimentos y frutas para alimentar a los soldados. Luego, con ayuda de Juan, aprendió a hacer mapas del lugar para saber cómo moverse.

Sin embargo, un día, todo cambió. Mientras Merceditas y Juan estaban en el bosque dibujando un mapa, escucharon un fuerte ruido a sus espaldas. Era un grupo de hombres ingleses avanzando hacia ellos.

"¡Rápido, Merceditas! Debemos escondernos" - dijo Juan en voz baja, mientras se arrastraban detrás de unos arbustos.

Merceditas, aunque asustada, decidió que no podía dejar que los hombres ingleses se acercaran al pueblo. Buscó una solución rápida.

"Si les hacemos pensar que hay más gente aquí, los asustaremos. Voy a hacer un par de ruidos para engañarlos" - sugirió Merceditas, con el corazón latiendo a mil por hora.

Juan la miró preocupado.

"Eso es muy arriesgado, Merceditas. Podrían descubrirnos" - le advirtió.

Pero Merceditas estaba decidida. Se subió a un tronco y empezó a hacer ruidos mientras imitaba a los soldaditos. Los hombres ingleses, confundidos, comenzaron a mirar hacia los lados, tratando de entender qué estaba pasando.

"¡Rápido! ¡Sigamos! Si hay más, no debemos quedarnos aquí" - dijo uno de ellos mientras se alejaban.

Una vez que los ingleses se desvanecieron en la distancia, Merceditas bajó del tronco, muy satisfecha.

"¡Lo hice! ¡Los ahuyenté!" - gritó con alegría.

"Eres más valiente de lo que pensé, Merceditas. ¡Has salvado el día!" - exclamó Juan, dándole una palmadita en la espalda.

Desde ese día, Merceditas se convirtió en una pieza clave en la lucha por la independencia. Con su astucia y valentía, sabía cómo ayudar a su pueblo. La noticia de su valor se esparció por todos los rincones de Yapeyú.

Al final, cada vez que alguien mencionaba su nombre, todos sonreían, porque sabían que, aunque era una niña, su espíritu era más grande que muchos hombres.

"No importa cuán pequeña seas, siempre puedes hacer grandes cosas" - decía Merceditas, mostrando que la valentía y el deseo de ayudar no tenían edad. Así, la historia de Merceditas se convirtió en leyenda, inspirando a muchos niños a ser valientes en sus esfuerzos por hacer del mundo un lugar mejor.

FIN.

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