La Aventura de Natu y sus Amigos en el Chocó
En una mañana llena de luz y sonidos en la selva del Chocó, Natu, un pequeño y curioso perezoso, se despertó con una idea brillante.
- “Hoy quiero conocer a mis amigos de la selva y aprender sobre ellos”, pensó Natu. Desayunó unas ricas hojas verdes y se puso en marcha.
Natu se movía lentamente por las ramas, disfrutando del hermoso paisaje lleno de flores coloridas y árboles altos. En su camino, encontró a Lila, una mariposa azul que revoloteaba alegremente.
- “¡Hola, Lila! ¿Quieres acompañarme en mi aventura? ”
- “¡Hola, Natu! Claro, me encantaría. ¿A dónde vamos? ”
- “Voy a encontrar a todos mis amigos y aprender sobre la flora y fauna del Chocó. ¡Vamos!"
Ambos siguieron su camino, y pronto llegaron a un arbusto lleno de frutas.
- “¡Mirá, Natu! ¡Son guanábanas! Son riquísimas. La selva siempre está llena de tesoros.”
Natu, curioso, dio un mordisco.
- “¡Es deliciosa! Nunca la había probado. ¿Qué más hay aquí? ”
Mientras disfrutaban de su snack, Momo, un mono aullador, se columpió de una rama cercana.
- “¿De qué hablan, amigos? ” preguntó Momo.
- “Estamos explorando la selva y aprendiendo sobre su maravilla”, respondió Lila.
- “¡Yo sé mucho sobre la selva! ¿Quieren que les muestre? ”
Natu y Lila asintieron con entusiasmo. Momo los guió hacia un claro donde crecía un árbol gigante.
- “Este es el Ceiba, uno de los árboles más grandes. ¡Es nuestro guardián! ”
- “¿Qué hace? ” preguntó Natu con ojos brillantes.
- “Nos da sombra y un hogar a muchos animales, como las aves y los murciélagos.”
De repente, un pajarito amarillo bajó volando.
- “¡Hola! Soy Ria, el ave más rápida del Chocó. ¿Necesitan ayuda? ”
- “Estamos conociendo la selva”, respondió Lila.
- “¡Perfecto! ¡Vengan, tengo un lugar especial que mostrarles! ”
Ria voló rápido hacia un lugar lleno de plantas exóticas y flores.
- “¿Ven esas orquídeas? Son únicas en este lugar. Aquí hay mucha vida.”
Natu miraba asombrado a su alrededor. Pero, de repente, apareció un grupo de armadillos.
- “¡Cuidado! ¡Pueden estar asustados! ” dijo Lila.
- “No pasa nada, son mis amigos”, respondió Ria con confianza.
- “¿Pueden venir a jugar con nosotros? ” pregunto uno de los armadillos.
Natu se acercó cauteloso.
- “¿Puedo unirme? Siempre quise ver cómo se mueven.”
- “Claro, ven, ¡es muy divertido! ”
Natu, Lila, Momo y Ria comenzaron a jugar entre risas y carreras. La selva parecía vibrar con su energía. Pero cuando estaban en su apogeo, escucharon un gran estruendo. Al mirarse, vieron que un árbol había caído.
- “¡Eso no es bueno! ”, exclamó Momo.
- “Tendremos que ayudar a nuestros amigos animales que viven allí”, dijo Natu.
Todos en el grupo decidieron actuar. Lila voló para avisar a los demás, Momo utilizó su fortaleza para mover ramas, mientras que Natu y los armadillos cavaban un nuevo camino.
Con esfuerzo y cooperación, lograron crear un paso para que los pequeños animales pudieran salir. Juntos, aprendieron sobre la importancia de cuidar la selva y a los demás.
- “¡Lo hicimos! ”, gritó Ria, intentando aplaudir con sus alas.
- “Sí, trabajando en equipo somos fuertes”, añadió Natu con una sonrisa.
Y así, el grupo siguió compartiendo historias, risas y sobre todo, aprendiendo el valor de cuidar su hogar, el Chocó.
Natu miró a su alrededor y dijo:
- “Hoy aprendí mucho sobre la flora y la fauna. ¡Este lugar es un verdadero tesoro! ”
Y así, Natu y sus amigos decidieron seguir explorando juntos, creando nuevas aventuras y aprendiendo cada día más sobre la maravillosa selva del Chocó.
FIN.