La Aventura de Nicolás y el Dentista Valiente



Nicolás era un niño muy curioso, siempre le gustaba explorar su mundo. Pero había una cosa que le daba un miedo terrible: ir al dentista. Siempre que escuchaba la palabra —"dentista" , su corazón comenzaba a latir con fuerza y su estómago hacía mariposas. Su mamá le decía que tenía que ir porque le salía un diente que estaba un poco flojo.

"- Mami, ¿tengo que ir? No quiero que me duela - le decía Nicolás, apretando su juguete de dinosaurio con fuerza.

"- Querido, sólo será un ratito, y el dentista es muy amable. Además, después vas a tener una sonrisa brillante como un sol - le respondió su mamá mientras le daba un abrazo.

Nicolás miró su reflejo en el espejo y se imaginó con una gran sonrisa. "Tal vez no sea tan malo", pensó convencido. Decidido a enfrentarse a su miedo, se vistió y salió con su mamá hacia la consulta del dentista.

Al llegar, el consultorio tenía colores alegres en las paredes y juguetes en la sala de espera, pero aun así, el nudo en su estómago no desapareció. Mientras esperaba, escuchó a un niño que se reía.

"- ¿Por qué reís? - le preguntó Nicolás a un niño que estaba jugando con un tren de madera.

"- ¡Porque el dentista nos hace volar! - exclamó el niño emocionado. Nicolás no entendía lo que decía. ¿Voladores al dentista? Eso sonaba extraño.

De repente, una enfermera salió:

"- Nicolás, ¡es tu turno! ¿Estás listo? - preguntó con una sonrisa que iluminaba la habitación.

Nicolás respiró hondo. "- Creo que sí…", murmuró mientras imaginaba que era un valiente caballero y esta era su misión.

Entró al consultorio y se encontró con el dentista, un hombre alto con un gran bigote blanco.

"- Hola, Nicolás. Soy el Dr. Martín. ¿Te gustan los superhéroes? - preguntó, notando la tensión en el rostro del niño.

"- ¡Sí! - respondió Nicolás, un poco más tranquilo.

"- Entonces, hoy vamos a ser superhéroes juntos. Tu diente está a punto de liberar esos poderes especiales que tiene. Vamos a lograrlo sin dolor. - dijo el dentista mientras le mostraba una serie de instrumentos horribles. Pero a Nicolás no le parecieron tan aterradores porque pensó en el poder de ser un superhéroe.

El dentista le explicó cada paso. Nicolás se sintió más confiado al ver que no era nada del otro mundo. Con cada herramienta que usaba el doctor, Nicolás cerraba los ojos y se imaginaba surcando el cielo como un superhéroe.

"- Oye, Nicolás, este es un poco ruidoso, pero solo es el motor de mi jet - dijo el Dr. Martín mientras encendía una herramienta. Nicolás rió mientras imaginaba al dentista volando en un jet por las nubes.

En un abrir y cerrar de ojos, ¡puf! El diente salió volando como un cohete. Nicolás sonrió, había sido más fácil de lo que pensaba.

"- ¡Lo lograste! Ya sos un superhéroe, Nicolás - celebró el dentista, dándole una estampita brillante de una estrella.

"- ¡Gracias, Dr. Martín! ¡Fue divertido! - exclamó Nicolás, sintiendo que había superado un gran desafío.

Cuando salió del consultorio, pudo ver a su mamá esperándolo con una sonrisa orgullosa.

"- ¿Viste? No fue tan espantoso, ¿verdad? - le pidió su mamá, abrazándolo.

"- No, mamá, ¡fue genial! Como si fuera una aventura - contestó Nicolás emocionado.

Con su nueva sonrisa brillante, sintió que todo era posible. Se dio cuenta de que el miedo es natural, pero que puede superarse con un poco de valentía y algunos buenos amigos como el Dr. Martín. Desde aquel día, ir al dentista ya no le daba miedo. Al contrario, lo veía como una oportunidad para una nueva aventura llena de risas y sonrisas.

FIN.

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